El gobernador de Texas se niega a saludar a Obama en el aeropuerto

Los gobernadores de EE.UU. frecuentemente acuden a los aeropuertos para saludar al presidente de la nación, Barack Obama en este caso, cuando llega a cualquier estado en visita oficial. Sin embargo el de Texas, Rick Perry, se negó a hacerlo.

Perry, miembro del Partido Republicano, y crítico con la política de inmigración de la Administración de Obama, rechazó la propuesta de la Casa Blanca para reunirse con el presidente en el aeropuerto, explicando que preferiría una reunión más «significativa».

«Gracias por invitarme a encontrarme con usted en el aeropuerto de Austin, pero un breve apretón de manos en la escalerilla del avión no permitirá discutir la crisis humanitaria y la crisis en el campo de la seguridad nacional que ahora se está desarrollando en el Valle del Río Grande en el sur de Texas», escribió Perry en una carta a Obama, citada por el periódico ‘Austin American-Statesman’.
Gracias por invitarme a encontrarme con usted en el aeropuerto de Austin, pero un breve apretón de manos no permitirá discutir la crisis humanitaria y la crisis en el campo de la seguridad nacional
En cambio, el gobernador propuso al mandatario mantener una reunión en cualquier otro momento durante la visita. Poco después recibió una respuesta de la asesora de la Casa Blanca, Valerie Jarrett, en la que se le comunicó que Obama se reunirá con él «con mucho gusto».

El gobernador fue invitado a la mesa redonda que contará con la participación de Obama —que se celebrará este miércoles en Dallas— y que estará dedicada a la situación en las zonas fronterizas de EE.UU. Según los representantes de Perry, el gobernador aceptó la invitación.

En los últimos meses, la inmigración ilegal, especialmente de niños, se ha convertido en un importante problema político, social y humanitario para el país norteamericano. El pasado fin de semana, el gobernador de Texas dijo en una entrevista a la cadena ABC que la Casa Blanca ignoró sus repetidos llamamientos a contribuir a la solución de este problema. «Llevamos dos años tratando de atraer la atención de la Administración a este tema», dijo Perry y agregó que no cree que «a Obama le preocupe mucho» este asunto.