Según un estudio dirigido por Michelle Klailova, de la Universidad británica de Stirling, los gorilas de espalda plateada emplean el olor como herramienta de comunicación con otros gorilas.
Los mamíferos se comunican entre sí mediante señales visuales, auditivas y químicas. De hecho, el sentido del olfato, que se basa en reacciones químicas, es el más antiguo de los sentidos, y lo comparten todos los organismos, incluidas las bacterias.
Para entender mejor esta forma de comunicación, los científicos que han participado en la investigación han analizado la fuerza del olor en relación con los niveles de excitación de un grupo de gorilas de las tierras bajas del oeste de la República Centroafricana, particularmente el macho de espalda plateada, el adulto que lidera el grupo.
Al estudiar los factores que anticipaban la emisión de niveles extremos de olor por parte del macho de espalda plateada, determinaron que si este usaba el aroma como signo social y no solo como indicador de excitación o de estrés, dicha emisión del olor debería depender del contexto social y variaría en función de la relación del individuo con los otros gorilas.
A tenor de los resultados, el macho desprendía señales odoríferas para modificar las relaciones en el grupo y el comportamiento de los otros individuos.
Cuando el olor intenso era el único elemento que se podía olfatear en el aire circundante, era una indicación de interacciones intensas de ira y estrés y llamadas de autoridad por parte del macho de espalda plateada, así como de falta de proximidad entre este y la hembra madre de los gorilas más jóvenes. Según los investigadores, el olor resulta muy útil en el entorno selvático, donde la visibilidad es limitada.
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