El activista granadino Carlos Cano se entregó este lunes a la cárcel por su propia voluntad tras ser condenado a tres años y un día por haber participado en un piquete en la huelga del 29-M de 2012.
Cano prefirió ir a la cárcel sin convocar a la prensa, y le acompañaron solo sus padres y compañeros del movimiento 15M que finalmente divulgaron esta noticia, informan algunos medios locales.
«Mis padres, mis hermanos, toda mi familia y amigos han estado a mi lado en todo momento. Veo que hay un enorme apoyo social, que la gente entiende que esta medida es injusta. Siento que no estoy solo, me da fuerza ver personas de todo color político apoyándome. Es ese apoyo lo que me salva de lo que significa la cárcel. En quien confío es en la gente y lo que espero es que se haga justicia», dijo el activista en la entrada a la cárcel.
A principios de junio Carlos Cano junto con otra activista, Carmen Bajo, fueron declarados culpables por un tribunal español de «un delito contra los derechos de los trabajadores». Entonces Carmen y Carlos explicaron a RT que fueron seleccionados aleatoriamente por la Policía entre una multitud de participantes en una manifestación que se celebró en la ciudad de Granada. Participaron en un piquete informativo en la huelga del 29-M y su intención no fue en ningún momento oponerse a los agentes de seguridad.
