El sexo después de la menopausia es el tema mejor guardado de las mujeres entre las edades de 45 y 60 años; no porque disfruten más de sus encuentros sexuales con sus parejas sino todo lo contrario, porque no discuten sobre sus molestias.
Tener relaciones sexuales después de la menopausia no es una actividad placentera ni divertida para millones de mujeres en Estados Unidos, quienes por problemas ginecológicos comunes sufren de incomodidad y dolor en el área vaginal. Muchas de ellas mantienen este cambio en secreto, descuidando así su salud física y de pareja.
Se estima que 32 millones de mujeres posmenopáusicas en USA sufren de atrofia vulvar y vaginal (VVA) o dolor durante el sexo; y 62 por ciento de ellas no estaba familiarizada con los síntomas.
Estas cifras solo reflejan que nosotras afrontamos este dilema solas, y lo más alarmante es que casi la mitad de las mujeres posmenopáusicas no lo comparte tampoco con su ginecólogo.
Cuando miramos hacia la comunidad hispana en Estados Unidos, el problema es aún mayor, porque sumado al tabú cultural también la barrera del idioma representa un obstáculo para las mujeres latinas en edad posmenopáusica.
En conversación con iMujer, Naomi Martell, educadora hispana para la Fundación Women Health en Chicago, nos reveló que los tres problemas más comunes entre las mujeres latinas posmenopáusicas son la sequedad vaginal, el dolor durante el coito causado por la resequedad y el aumento de peso. ‘Estos son los tres temas principales que he discutido con las mujeres de la comunidad hispana’, recalcó Martell. Pero este no es un problema exclusivo de nuestra comunidad. ‘Justo es lo que quiero compartir con las mujeres, que esto no solo nos pasa a nosotras, o a algunas mujeres. Las latinas pasamos por el mismo proceso que el resto de las mujeres’, añadió.
iMujer: ¿Qué preguntas debe hacerse una mujer latina sobre este tema?
Naomi Martell (NM): Si hay falta de sexo debido a estos factores, o cualquier otro problema de salud, lo primero que debe hacer esa mujer es discutirlo con su doctor o el personal médico [de su doctor]. Este es un asunto que me preocupa mucho porque las mujeres hispanas no nos sentimos en confianza para discutir este tema. Si ellas no hablan con sus doctores ¿entonces quién le va a decir a ellos cómo ellas se sienten?
Otro punto importante es que las mujeres debemos estar informadas. Si tienes acceso a Internet, realiza una búsqueda [sobre tus síntomas], infórmate porque sí hay solución para tu problema.
iM: ¿La falta de conversación en cuanto al sexo después de la menopausia es más por tabú cultural o por falta de profesionales de la salud que hablen en español?
NM: La barrera del lenguaje es un problema importantísimo. Si al problema del tabú le añades la barrera del idioma, eso ocasiona un tremendo problema. Definitivamente las mujeres latinas que hablan español se sienten más cómodas, tienen más libertad de hablar sobre sus síntomas, cuando lo hacen en su idioma. Ellas comienzan a abrirse, comparten sus historias o las historias de personas que ellas conocen. Y sí, yo entiendo que aunque la naturaleza del tema es delicado de discutir, y encima de eso no encuentras una persona; un profesional de la salud o un educador de salud que hable tu idioma y conozca tu cultura, lo hace peor.
iM: ¿Cómo podemos comenzar esta conversación con nuestras familias, con nuestras amistades, con nuestros doctores?
NM: Tanto los medios de comunicación como la publicidad para los medicamentos que tratan el problema de la sequedad [vaginal], por ejemplo, siempre muestran a mujeres mayores, canosas. Es importante incluir diferentes tipos de mujeres: morenas, blancas, con canas y sin ellas. Nosotros debemos entender que esta es una fase normal en la vida de la mujer y que debemos enfrentarlo sin importar el color de nuestra piel, si tenemos canas o si no las tenemos.
Yo siempre le digo a las mujeres que ellas son las únicas responsables por su vida sexual, nadie más. Nosotras tenemos también la responsabilidad de comenzar esta conversación con nuestras hijas, no es responsabilidad de las escuelas. Ellas me miran como si les dijera algo de otro mundo. [Debemos entender] Que está bien hablar de este tema porque todas pasamos por el mismo problema. Así que mientras más rápido comprendamos esta realidad, más confiadas nos vamos a sentir.
iM: ¿Y qué cosas debe tomar en cuenta el esposo o pareja de una mujer que haya pasado o esté pasando por la menopausia?
NM: Sería fantástico si ellos se educaran sobre los problemas que todas las mujeres enfrentamos [después de la menopausia] y no hicieran de esto un obstáculo; o que lo resolvieran no teniendo relaciones sexuales con la dama porque ella se queja de que le duele, cuando en realidad a nosotras nos está faltando las hormonas que nos ayudan a tener una relación sexual más placentera. Siento mucho decir que la mayoría de los hombres desconoce esta situación, no se han educado. Ellos evitan tener esta conversación, lo ignoran completamente, y así intentan eliminarlo del camino. Ellos simplemente prefieren no tener más relaciones sexuales con sus parejas, cuando hay solución para ello. Tenemos que comenzar a educarnos.
La campaña ‘Es hora de hablar del sexo después de la menopausia’ busca alentar tanto a mujeres como hombres y proveedores de salud a entablar una conversación sincera sobre este tema y no pasar por alto una condición médica que altera las vidas de todas las mujeres.
La menopausia no es una condena, es un proceso natural en la vida de la mujer y es una etapa en la que podemos disfrutar de una vida sexual plena si nos informamos bien y buscamos solución a cualquier molestia que pudiéramos estar enfrentando.
Aunque la información en español es escasa, conversa con tu doctor o con su asistente; comienza la discusión con tus amigas y no te quedes callada. Recuerda que siempre es buen momento para hablar sobre el sexo después de la menopausia.