¿Mi hijo es un niño o un adolescente?

Tu hijo no es tan pequeño ni tan grande, ¿no sabes si tratarlo como un niño o como un adolescente? Descubre las diferencias de la niñez y adolescencia en este artículo y determina si tu hijo es aún un niño o si ya está en esa difícil etapa.

La niñez y la adolescencia son etapas diferentes, caracterizadas por cambios sociales, emocionales, físicos y psicológicos, por eso los niños son distintos de los adolescentes, conoce esas divergencias a continuación.

Cambios físicos

Los cambios físicos en la niñez y en la adolescencia son muy rápidos pero en la adolescencia los jóvenes son muy conscientes de estos y a menudo se avergüenzan, sobre todo si desarrollan más rápido que sus compañeros. Los niños, en cambio, no le toman importancia a los cambios físicos.

Los jóvenes necesitan orientación para que puedan desarrollarse y entender los cambios corporales que sufren. Como padres debemos tener cuidado de no dañar la imagen del cuerpo personal y con esto socavar el autoestima del adolescente.

Cambios sociales

Ambos aprenden a socializar con sus pares, pero los niños lo hacen con instrucciones directas de los padres para que sepan compartir, saludar, perder, ganar. En cambio, los adolescentes son más individuales pues están en la búsqueda de su propio ser, aún así los padres podemos instruirlos sutilmente.

Los adolescentes prefieren pasar más tiempo con sus compañeros que con sus padres para auto-descubrirse, los padres debemos respetar su espacio y aconsejarlos cuando sea necesario.

Cambios emocionales

Los niños necesitan tener contacto constante con sus padres, compartir y recibir amor de sus padres para que crezcan con un sentido positivo de sí mismos. En cambio, los adolescentes buscan su identidad y sentido de pertenencia con sus pares.

A medida que crecen, los niños se vuelven independientes y desarrollan muchas relaciones más que también son importantes para su bienestar emocional, por eso es importante comprender que quieran pasar más tiempo con sus compañeros, pero que aún necesitan de nuestro afecto y amor, la diferencia en este punto es mínima.

Cambios psicológicos

Estos cambios persisten en ambas momentos pero en la adolescencia suelen ser a largo plazo. Los niños desarrollan habilidades cognitivas para aprender a sintetizar, andar en bici, etc., pero todas estas ideas y modelos no están fijas y los niños están propensos a cambiar a medida crezcan y vivan.

Los adolescentes definen sus elecciones con un plazo permanente, por ejemplo, el adolescente aprende a cómo tratar a las personas del sexo opuesto según la enseñanza de sus padres o modelos a seguir, este comportamiento continuará en la edad adulta.