¿Por qué establecer una rutina para niños especiales? ¿Esta debe ser diferente de la de otros niños? Las rutinas son necesarias para todos los niños, incluso para los niños especiales ya que así ellos aprenden a manejar la vida diaria, sus tareas cotidianas; se incrementa la confianza en ellos y van ganando independencia, que es el objetivo final que todo padre persigue.
La estructura los beneficia
Para todos los niños, incluso para algunos adultos, es más fácil tener una rutina diaria pues esto les permite manejar el cambio de actividades de manera normal cuando tienen una idea de qué es lo que sucederá luego. Esto es sumamente importante para los niños especiales, pues pueden sentirse abrumados con cosas como el cepillarse los dientes, el tener una rutina les quita el temor de lo que pasará y hace más llevadero su día.
Rutinas de transición
Estas hacen más fácil la transición de actividades en niños con necesidades especiales. Por ejemplo, si la hora de la siesta continúa luego de jugar, puedes reproducir música suave y tranquila que invite a la relajación para que le indiques a tu nene que ya es hora de finalizar el juego e iniciar la siesta.
Mientras suena la música edúcalo y dile «ya es tiempo de guardar los juguetes, antes de la siesta». A medida siga la misma rutina de transición reducirás la probabilidad de un colapso o una lucha de poderes.
Rutinas de intervención
Profesionales en el cuidado de niños con necesidades especiales utilizan estas rutinas para hacer frente a cualquier retraso del desarrollo. Según un artículo publicado en «Dimensiones de la Primera Infancia» combinar la intervención con la rutina diaria es mucho más eficaz que las terapias recibidas únicamente en las visitas al terapista.
Por ejemplo, si tu niño tiene un retraso en el desarrollo del lenguaje podrías decir la misma frase cada vez que lo cambias para que aprenda a asociar las palabras adecuadas con la actividad adecuada.
Jugar con rutinas
Una de las mejores maneras de establecer rutinas en niños especiales es jugando, ya que el niño tiene más posibilidades de participar total y plácidamente en la dicha actividad, permitiéndole así desarrollar sus habilidades.
Por ejemplo, puedes enseñarle a alimentarse por sí solo en una rutina de juego en la que le pidas al niño que actúe como si está comiendo, proporciónale un tazón y una cuchara de juguete. Así, el niño empezará a desarrollar la capacidad de comer con una cuchara sin que ambos se sientan frustrados.
Ahora que conoces porque incluso tu hijo con necesidades especiales debe seguir una rutina, será más fácil para ti enseñarle distintas tareas y él podrá sentirse cada vez más independiente y seguro de sí mismo.