¿Estoy enamorado de mi pareja? Cuando esta pregunta de temida respuesta comienza a rondarnos por la cabeza significa que algo no está bien. En ocasiones tendrá solución; en otras, puede significar el principio del fin.
En este artículo vamos a analizar 5 motivos para saber si sigues enamorada o no, con tal de que tomes el rumbo de tu vida antes de que las cosas comiencen a complicarse.
#5 Anhelos
Suelen decir que el ser humano es inconformista por naturaleza, que el soltero anhela estar en pareja y viceversa. Sin embargo, cuando el echar de menos la libertad de la soltería se convierte en una costumbre, significa que algo está fallando. Echas de menos esas noches locas con las amigas, ordenar ese piso para ti misma, viajar a tu antojo y un largo etcétera. El motivo puede deberse a una falta de espacio, lo cual debería comentarse con la pareja, o la señal de que necesitamos una época de soledad.
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#4 Vestimenta
Cuando estamos enamorados de nuestra pareja nos solemos vestir bien para esa persona. Tenemos en cuenta sus prendas favoritas, somos cuidadosos con el perfume e, incluso, si bien solemos descuidar esos kilos, también procuramos estar en forma. Sin embargo, cuando el arreglarnos para nuestra pareja deja de ser una motivación y lo hacemos especialmente cuando salimos con amigas o para desenvolvernos solos, significa que la opinión de tu pareja ya no te importa tanto.
#3 ¿Otra vez?
Nuestra pareja nos envía un mensaje, posiblemente para recordarnos lo mucho que nos quiere, para que compres algo para él o recordándote una cena familiar para el próximo fin de semana. Lo que antes se convertía en una acción más de interacción entre una pareja ahora se convierte en un suplicio, tardas en responder y lo haces sin motivación.
os fantasmas de la rutina, o quizás una señal de que ya no todo nos parece igual de estimulante en la otra persona, acechan, algo que puede incrementarse con esos defectos de nuestra pareja que también comenzamos a odiar o, la más curiosa, las mismas cosas que nos enamoraron, como su actitud detallista o previsora.
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#2 No te interesa en la cama
El gran juez en este tipo de situación es, aunque no le demos especial importancia en un principio, el sexo. Fingir, evocar fantasías que no compartimos con la persona, dejarte llevar mientras tú te mantienes ausente o la incomodidad de las caricias son un claro ejemplo de que algo en la relación no va bien. Bien es cierto que en algunas ocasiones de estrés o ante la falta de originalidad surja un cierto aburrimiento ante el sexo con nuestra pareja, razón por la que debemos plantearnos experimentar o detener el vínculo.
#1 La dificultad de ser uno mismo
Comprobamos que con nuestros amigos somos más nosotros mismos, que desbordamos ironía, gracia, expresividad y, ante todo, conversación, pero una vez que regresamos con nuestra pareja parece existir una barrera que nos impide fluir como antes. Las respuestas pasan a ser monosílabas, llegas a callarte cosas o asientes de forma ausente ante las novedades que tu pareja te cuenta sobre algún problema o novedad suya. No somos nosotros mismos, nos cerramos, y alargar el proceso es lo peor que podemos hacer.
A menudo, cuando sufrimos algunas de estas señales que nos indican que no estamos enamorados, solemos intentar evadirlas, entre otras cosas por miedo a la soledad, apego a nuestra zona de confort, miedo a dañar a otra persona o a arrepentirnos en un futuro.