Este sábado 19 de julio el pueblo nicaragüense celebra el 35º aniversario de la Revolución Sandinista, que puso fin a una de las dictaduras más crueles de América Latina, la de la familia Somoza (1937-1979).
«Estamos preparados para celebrar en grande dándole gracias a Dios en grande. Eso somos nosotros los nicaragüenses, un pueblo de fe, de valores cristianos, de familia, de valores familiares, de comunidad, de valores de vida en comunidad, en solidaridad, con la seguridad que gracias a Dios tenemos», según la Coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo.
Además del pueblo nicaragüense, en los eventos que se celebrarán «a lo grande» participarán delegaciones oficiales de diferentes países que ya han llegado a Managua.
El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) lideró la lucha de 1979 a 1990 para acabar con la tiranía de Anastasio Somoza, alias ‘Tachito’, el último descendiente de la sangrienta dinastía que permaneció en el poder durante 42 años. Tras el derrocamiento de Somoza, Daniel Ortega presidió junto a otros ocho militares el Gobierno revolucionario socialista.
El FSLN se denominó así en honor a Augusto César Sandino y su lucha librada durante tres décadas contra la invasión del ejército guerrillero armado y subvencionado por la Administración estadounidense.
La Revolución Sandinista triunfó, convirtiéndose en el segundo ejemplo de éxito, después de la Revolución cubana, de la unión de fuerzas antiimperialistas en Latinoamérica. En EE.UU. la victoria de la revolución nicaragüense fue percibida como una terrible derrota geopolítica.