El grupo de radicales Estado Islámico (antiguo EIIL) ha publicado fotos de militares sirios decapitados en una base del Gobierno situada en territorio insurgente que supuestamente tomada por miliciano por primera vez desde el inicio del conflicto.
Desde el jueves circulan varios informes contradictorios sobre el resultado del asalto a una base del Ejército sirio (División 17) cercana a la ciudad oriental de Raqqa, que comenzó con dos ataques suicidas simultáneos en diferentes puntos de su perímetro. «Nuestros hermanos tomaron por asalto el edificio con decenas de soldados en su interior. Perdimos a 13 mártires en estos combates», afirmó un supuesto miembro del Estado Islámico (EI) en una entrevista al diario ‘The New York Times’ concedida a través de Skype.
La noche del viernes, los yihadistas comenzaron a divulgar videos y fotos del interior de la base División 17 para evidenciar que los militares sirios capturados habían sido ejecutados. Estado Islámico publicó en su cuenta en Twitter una foto de los oficiales sirios decapitados y sus cabezas colocadas en la plaza central de la ciudad de Raqqa, el bastión principal del EI en Siria.
«Pude ver solo cuerpos; había cerca de 70 esparcidos por todas partes. Ahora nuestros hermanos, con sus camiones, los enterrarán en una fosa común», afirmó el miliciano anónimo del EI.
A su vez, el Gobierno sirio declaró que la base no había sido tomada, aunque sus tropas sí se retiraron tácticamente, a la espera de refuerzos de cara a un contraataque.