El virus del Ébola podría convertirse en un arma biológica en manos de terroristas

Mientras que los médicos están tratando de detener la propagación del virus del Ébola desde África Occidental, expertos europeos en bioseguridad advierten de que grupos terroristas podrían utilizar el mortal virus como arma biológica.

Esta preocupación fue expresada por el biólogo y antropólogo de la Universidad de Cambridge Peter Walsh, informa el portal ‘International Business Times’. Según el doctor, el riesgo de que el ébola llegue a Europa de una manera natural sigue siendo pequeño pero los terroristas pueden aprovechar el virus como arma biológica para matar a un gran número de personas.

Actualmente los aeropuertos y centros de transporte que mantienen conexión con los países donde se han registrado brotes del virus ponen medidas de seguridad adicionales como el escaneo de la temperatura corporal de los pasajeros para poder detener inmediatamente su propagación.
Esto puede conducir a un gran número de muertes horribles
«Sería mucho más peligroso que un grupo terrorista pudiese de alguna manera conservar el virus y hacerlo explotar como una bomba en un lugar público lleno de gente. Esto puede conducir a un gran número de muertes horribles», explica Walsh.

Según el experto, un virus del Ébola de semejante potencia ahora existe solo en unos pocos laboratorios que están protegidos contra cualquier intrusión. Por lo tanto, los terroristas buscarían la oportunidad de aprovechar la zona donde el virus se propaga solo, como en África Occidental, donde el número de víctimas mortales ya ha alcanzado 887.

De acuerdo con la comunidad médica, a día de hoy no existe un tratamiento eficaz ni una vacuna contra el ébola, que causa la muerte del infectado en el 90% de los casos. Los primeros síntomas son indistinguibles de la gripe o de un resfriado: fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular y de garganta. Sin embargo, la enfermedad se desarrolla muy rápido y pronto el portador del virus sufre una hemorragia masiva interna y externa, incluyendo nariz, ojos y oídos, y todos los órganos internos dejan progresivamente de funcionar.