Si te enteras de que tu hijo fuma, puedes afrontar el hecho o hacer como que no pasa nada. Sin embargo, debemos entender que si tu hijo se encuentra en la etapa adolescente tú estás a tiempo de ayudarlo a dejar el cigarro antes de que se convierta en una adicción.
Señales de que tu hijo fuma
Existen varios indicadores que pueden ayudarte a salir de dudas y saber si tu hijo comenzó a fumar, por ejemplo:
Deja la ventana de su habitación abierta, sin motivo aparente.
Su ropa huele a cigarro.
Comenzó a usar en exceso chicles o mentas para tapar su olor.
Si detectas alguno de estas señales, es muy probable que tu adolescente fume.
3 pasos a seguir si descubres que tu hijo fuma
Calma
Seguramente te sientas defraudado y enfadado con tu hijo, primero por ocultarte que fuma y segundo por el hecho de fumar. Debes tratar de mantener la calma, recuerda que tratar con un adolescente no es sencillo y menos aún si oculta que fuma.
Crédito por la honestidad
Al hablar directamente con tu hijo sobre su adicción al tabaco, si es honesto contigo debes premiar su honestidad por decírtelo. Reprenderlo solo hará que él se sienta avergonzado o enojado porque te enteraste que fuma.
Acercamiento al adolescente
Lo mejor que puedes hacer para ayudar a tu hijo es hablar con él, puedes comenzar por preguntarle desde cuándo fuma y con qué frecuencia lo hace. De esta forma podrás ayudarlo a superar el mal hábito.
Conseguir ayuda médica
Hablar con un profesional de la salud le dará a tu hijo una mayor seguridad sobre la información que se le brinde. El médico podrá hablarle sobre los daños que provoca el fumar, además de opciones para dejar el tabaco.
Busca un grupo de apoyo
Si descubres que tu hijo fuma, pero tú también lo haces puedes, proponerle dejar el cigarro juntos. Busquen un grupo de apoyo que los oriente para dejar el tabaco, pero ten en cuenta que como en toda adicción puede haber recaídas. Recuérdale a tu hijo que lo más importante es dejar de fumar, ya que puede perjudicar su salud.
Si descubres que tu adolescente fuma, trata de tomar una actitud inteligente, oriéntalo y apóyalo recuerda que no hay mejor ayuda que la de la propia familia.