Las autoridades de seguridad panameñas destruyeron el miércoles un centenar de armas de fuegos entregadas por pandilleros y jóvenes en riesgo social, a cambio de bonos de comida y asistencia vocacional.
Se trata del plan «Barrios seguros con más oportunidades y manos firmes» que implementa el gobierno del presidente Juan Carlos Varela, que asumió su quinquenio el 1 de julio. Alrededor de 1.078 jóvenes de barrios marginales e inseguros se han comprometido a adherirse al plan, dijo el ministro de Seguridad Pública, Rodolfo Aguilera.
La idea del gobierno es darle a esos jóvenes «mayor oportunidad de capacitación laboral» para que pueden reinsertar en la sociedad, dijo el comisionado de la policía nacional José Castillo.Agregó que buena parte de los jóvenes que se han comprometido al plan son menores de edad. La destrucción de las armas, de diferentes calibres, se realizó en el barrio de Santa Marta, en el distrito de San Miguelito, el más populoso de la capital y con altos índices de delincuencia y criminalidad.
Dos miembros de la unidad de armería de la policía nacional utilizaron sopletes con acetileno para partir en dos las armas .Las autoridades informaron que en julio se registraron 24 homicidios en el país, un 40% menos en relación con el mismo mes del 2013. Si bien el problema de las pandillas en Panamá no es tan dramático como en otras naciones de América Central, la inseguridad y la violencia en las calles se ha incrementado en la última década, según los expertos.
Panamá, con algo más de 3,4 millones de habitantes, es el cuarto país en Centroamérica con el mayor índice de criminalidad por habitantes.
PANAMA (AP)