4 hombres con quienes debes salir antes del indicado

Nunca te canses de besar sapos si es para encontrar a tu príncipe azul. Son pocas las mujeres que encuentran el amor de su vida a la vuelta de la esquina, y sin haberse tropezado con ningún sapo y unos cuántos llantos y dolores de cabeza.

A las mujeres que han experimentado distintas relaciones, existen 4 tipos de hombres con los que deben salir antes de conocer al indicado. Algo así como pruebas para llegar al reto final.

¿Te animas a conocerlos?

#1 El solitario

Es el típico hombre que va por la vida solo y generalmente contra la corriente. Suele estar en una banda de rock, o al menos tiene inspiraciones artísticas. Escribe poesía y lee filosofía, y eso te enamorará en primera instancia. Te sentirás fresca e interesante junto a él, pero a la larga te darás cuenta que es un hombre inmaduro. Que pase el que sigue.

#2 El chico «malo»

No cabe en ninguna cabeza enamorase de un imbécil, pero de alguna manera, todas caemos en sus redes. Sabes que no es el hombre ideal para ti, pero te sientes fuertemente atraída, y no importa de momento. El sexo fabuloso con él debes se contrapone a la falta de compromiso, a que nunca te dice que te ama porque es emocionalmente inaccesible. Luego de sufrir como loca con este chico, pasamos al próximo.

#3 El chico bueno

Ya viviste tu experiencia con el chico rudo, ahora te toca conocer al bueno de la película. Es el que tiene un buen trabajo, es dueño de una propiedad y te llevará a conocer a su mamá. Tiene el perfil del hombre ideal: cocina, lava, tiene perro y quiere hacerte feliz. Pero en realidad, se torna un poco aburrido, habla sólo de finanzas y hasta analiza las tuyas. en pocas palabras, te recuerda un poco a tu padre. No, ese tampoco es tu hombre ideal.

#4 El que no se compromete

¿Terminamos una relación con un hombre bueno para caer en brazos de quien se niega a comprometerse? Esa es la naturaleza humana, y de la mujer también. La relación tiene pasión, intriga, amistad y compañía. Luego del buen sexo que comparten, vienen largas y profundas charlas. Pero a la hora de hablar de compromiso, todo cambia radicalmente. Por más que haga su más grande esfuerzo, este muchacho no logra aceptar la idea de un compromiso.

Y así, terminamos con el cuarto muchacho antes del hombre ideal. A la espera del hombre de nuestra vida que quizás tenga un poco de cada uno y sus grandes defectos, pero que llenará nuestros vacíos y ensalzará nuestras virtudes.