El gobernador del Cabildo Indígena El Gran Mallama, enclavado en el Departamento de Nariño, Colombia, Álvaro Gerly Molina Cuestas, rechazó el homicidio de la líder indígena y comunera, Alba Alexandra Pizanda Cuestas, ocurrido en el corregimiento Puspued de ese territorio.
Los hechos sucedieron el pasado domingo, cuando hombres armados interceptaron el vehículo en el que se movilizaba la víctima y le dispararon, en repetidas oportunidades, ocasionándole la muerte en el lugar.
“Rechazamos este hecho victimizante, ya que se trata de violencia de género, que cobra la vida de una inocente madre, hija, y esposa, que siempre estaba al servicio de su comunidad, y hoy en día deja un luto en nuestros corazones”, señaló la autoridad indígena del pueblo al que pertenecía la víctima.
Rechazamos el asesinato de la comunera indígena Alba Alexandra Pizanda Cuestas en el municipio de Mallama, Nariño
Toda nuestra solidaridad con las comunidades rurales que están resistiendo está embestida violenta de los despojadores. #ParoHoyEs parar la guerra #ParoNacional pic.twitter.com/RN7d3ToV30
— Leonardo González P. (@leonardonzalez) September 21, 2020
Al mismo tiempo, indicó que este tipo de hechos afectan el normal desarrollo de las comunidades que viven atemorizadas frente a lo que puede ocurrir por la violencia armada.
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“Es nuestro deber garantizar los Derechos Humanos y la defensa del territorio que, como pueblos originarios, tenemos. Este pronunciamiento se hace, en aras a que no se sigan presentando esta clase de hechos violentos, dentro de nuestra comunidad, haciendo un llamado a la paz, y a la convivencia pacífica dentro de nuestro territorio indígena”, enfatizó Molina Cuestas.
61 masacres
Por su parte, la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic), también lamentó el homicidio de la líder indígena y pidió a las autoridades garantizar la vida e integridad de quienes se encuentran en los territorios, luchando por sus comunidades.
Este nuevo hecho violento se inserta en el escenario de incremento de la agresividad de grupos armados irregulares en Colombia, que ha afectado a líderes sociales, indígenas y afrodescendientes. También ha provocado 61 masacres en lo que va de 2020 en todo el país, informó Telesur.