El Estado Islámico, que ahora controla grandes áreas de Irak y Siria, puede estar recaudando más de 2 millones dólares al día en ingresos por venta de petróleo, por la extorsión, los impuestos y el contrabando, afirma Bloomberg.
La organización terrorista obtiene con todas estas actividades 730 millones de dólares al año, con lo que es «el grupo terrorista más rico» en la historia documentada, escribe el rotativo Bloomberg citando a funcionarios de inteligencia estadounidense y expertos en finanzas antiterroristas. Para establecer una comparación, la mayoría de las empresas de EE.UU. tienen menos de 50.000 dólares de ingresos anuales.
Según el medio, con su control de 7 campos petroleros y 2 refinerías en el norte de Irak, y 6 de los 10 campos petroleros en el este de Siria, el grupo vende el crudo a entre 25 y 60 dólares por barril (lo que refleja un descuento de precios del mercado mundial) en todo Kurdistán, Siria, Turquía y Jordania.
Sin embargo, no es la única fuente de ingresos: tácticas como la extorsión y el secuestro proporcionan al EI millones de dólares adicionales. Bloomberg afirma que el grupo islamista ha recaudado 10 millones de dólares en pagos de rescate en los últimos años.
Patrick Johnson, un especialista en contraterrorismo de Rand Corp., dijo al medio estadounidense que el grupo «hace su dinero principalmente si no totalmente a nivel local», sugiriendo que utiliza estrategias similares a la extorsión dirigida de «traficantes de drogas, operadores de telefonía móvil… proyectos de ayuda» y los ciudadanos locales, que proporcionaron 400 millones de dólares a Talibán en 2011.
El EI, a diferencia de otros grupos terroristas, no solo tiene acceso a los campos petroleros, sino también a los ingresos fiscales locales, observa el periódico. Al apoderarse de la ciudad iraquí de Mosul en junio, obtuvo el control de las ciudades densamente pobladas de la región gravando fuertemente a los residentes.
Y precisamente esta es la clave para su éxito. Mientras que otras organizaciones como Al Qaeda o los talibanes dependen en gran medida de las donaciones extranjeras y los gobiernos afines, el EI pone el énfasis en las fuentes de ingresos locales, lo que lo hace «muy resistente», concluye Bloomberg citando a Brian Fishman, un investigador de New American Foundation.