Hace 10 años sucedió una de las peores tragedias de la Rusia moderna. Un grupo de milicianos retuvo como rehenes a más de 1.000 niños y 100 adultos en una escuela de la ciudad caucasiana de Beslán. Tras un infierno de tres días murieron 334 personas.
Rusia recuerda este lunes a las víctimas inocentes del atroz acto terrorista que del 1 al 3 de septiembre de 2004 convirtió en un infierno la vida de cientos de niños, padres y profesores. Como resultado de las acciones de las extremistas murieron 186 menores y la vida de muchos otros quedó marcada para siempre. Durante 51 horas y 50 minutos vivieron hacinados en un gimnasio escolar cargado de explosivos y amenazados constantemente por las armas de los terroristas.