Estados Unidos no falló el jueves en Barcelona y ganó 96-68 a Lituania para pasar a la final de la Copa del Mundo de básquetbol, donde el domingo enfrentará al rival que salga del otro cruce de semifinales que disputan el viernes Serbia y Francia.
Una vez eliminada la anfitriona España el miércoles por el equipo francés, a los estadounidenses se les presenta una oportunidad dorada de conquistar mundiales consecutivos por primera vez en su gloriosa historia. Kyrie Irving, con 18 puntos, y James Harden y Klay Thompson, con 16 cada uno, lideraron nuevamente el triunfo de Estados Unidos, invicto en sus ocho partidos disputados en el torneo y gran favorito, aún más sin el concurso del temible equipo español.
Tras arrollar a México en octavos de final y necesitar un solo periodo de buen juego para finiquitar a Eslovenia en cuartos, Estados Unidos se presenta invicto y difícilmente batible al choque decisivo, pues no pierde un partido oficial desde 2006, cuando cayó en semifinales del Mundial de Japón ante Grecia. Su peor clasificación fue en 2002, cuando acabó sexto ejerciendo de país anfitrión.
Bajo el timón de Mike Krzyzewski, ha ganado 51 de sus 52 cotejos, siendo su único lunar el revés sufrido ante el conjunto heleno; y su margen de victoria en el torneo actual no baja de los 21 puntos. Lituania no fue la excepción y, pese a oponer notable resistencia
durante los 20 primeros minutos, acabó cediendo tras el descanso, cuando encajó un parcial de 33-14 en el tercer cuarto.
Irritado por los repetidos elogios a los pívots rivales en la previa, Kenneth Faried se tomó el partido como una cuestión personal y se entregó a la pelea bajo los aros con incluso más ferocidad de lo habitual. Pero Lituania jugó con templanza y no se salió del guión,atacando la pintura pronto con Valanciunas, defendiendo con tenacidad y mandando en el marcador hasta mediado el primer cuarto, cuando Stephen Curry convirtió un triple para la primera ventaja estadounidense.
En defensa, los americanos se agolparon alrededor de Valanciunas, y Lituania no encontraba modo de abrir la defensa desde el perímetro, fallando tiros cómodos y hallando únicamente solución en los arrebatos de Kuzminskas, autor de 12 en el segundo cuarto.
El ritmo de Estados Unidos ya no se alteró. Harden respondió a una falta antideportiva con una canasta de tres y una clavada y anotó 16 puntos en el periodo, DeMarcus Cousins se hizo amo y señor de la pintura y Lituania hizo lo posible por no despeñarse, alcanzando elúltimo cuarto en clara desventaja: 76-49. A partir de allí, los americanos repitieron el festival de clavadas y espectáculo exhibido ante Eslovenia, con la mente ya en la final y su histórica posibilidad de revalidar trono.
BARCELONA, ESPAÑA (AP)