Mamitis: cinco soluciones

Para atenuar la «mamitis» es imprescindible potenciar la independencia del niño. La independencia del niño nace de la seguridad, que no se puede forzar, sino que se adquiere de forma gradual.

Para sentirse seguro, necesita amor, confort y comprensión continuamente. Para atenuar la «mamitis», puedes actuar así:

1. Paciencia y dulzura. Es importante que el niño no perciba ninguna expresión de rabia o de exasperación por tu parte, ya que esto provocaría el efecto contrario: todavía se sentiría más inseguro, lo que contribuiría a aumentar su dependencia.

2. Ofrécele ocasiones de independencia. Dale la ocasión de vivir pequeñas experiencias en primera persona, sin sentirse asfixiado o completamente dependiente para cualquier acción.

3. Despídete siempre de él. Cuando salgas o te alejes, háblale siempre afectuosamente y explícale cuándo volverás. Aunque no te entienda perfectamente, tu tono firme y tranquilo le calmará.

4. Déjale con alguien a quien conozca. La «mamitis» será más leve si le dejas con su papá, sus hermanos, los abuelos o un canguro al que ya haya cogido cariño. El ambiente también es importante: es mejor que se quede en casa (donde se siente seguro) que en un ambiente nuevo.

5. Aléjate gradualmente. Aumenta poco a poco los momentos de separación y su frecuencia. En poco tiempo se habituará a tus salidas y sabrá esperar tu regreso. Siguiendo estos consejos, el pequeño adquirirá cada vez más confianza en sí mismo, lo que le permitirá estar sin ti.