El Congreso de EEUU aprobó por unanimidad un proyecto de ley que autoriza pagar 10 millones de dólares por la información sobre los involucrados en el secuestro y asesinato de los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff.
«Una de las formas de honrar el recuerdo de James Foley y Steven Sotloff es castigar a sus asesinos», declaró el senador del Estado de Florida, Marco Rubio», citado por AFP.
Recalcó que en el momento actual es muy importante mostrar al mundo que Washington está dispuesto a hacer lo máximo para que los asesinos de los periodistas no queden impunes.
A comienzos de septiembre, en internet apareció un vídeo con la ejecución por extremistas del Estado Islámico (EI) del reportero estadounidense Steven Sotloff secuestrado en Siria en agosto de 2013 poco después de haber cruzado la frontera con Turquía.
Dos semanas antes, el EI insertó la grabación con la ejecución de otro periodista estadounidense, James Foley, hecho prisionero en Siria en 2012. Los yihadistas declararon que ejecutan a Foley en respuesta a los bombardeos de sus posiciones en Irak por EEUU y que la vida de Sotloff dependerá de los pasos que dé el presidente Barack Obama.
El grupo terrorista Estado Islámico, vinculado con Al Qaeda, anteriormente combatió contra las tropas gubernamentales en Siria, donde se granjeó la fama de ser uno de los más crueles. En junio pasado atacó los territorios del norte y el oeste de Irak, donde se le unieron extremistas suníes, exmilitares del ejército de Sadam Husein y pequeños grupos terroristas.
El 29 de junio, el EI proclamó la creación de un «califato islámico» que se extiende desde Alepo, en el norte de Siria, hasta la provincia de Diyala, en el este de Irak.