Sierra Leona vive este sábado su segundo día de cuarentena por ébola, luego que el Gobierno decretara tres días de confinamiento en todo el país para llevar a cabo una gigantesca campaña de información, puerta a puerta.
El objetivo de la medida es sensibilizar a la población y tratar de eliminar la epidemia que ha dejado desde principios de año más de dos mil muertos en África occidental, especialmente en Liberia, Sierra Leona y Guinea.
En Sierra Leona (donde han muerto 562 personas), unos 30 mil voluntarios recorren el país para informar sobre la enfermedad a sus seis millones de habitantes y alertar a los servicios médicos si descubren enfermos o muertos.
Steven Gaoja, que dirige el centro nacional de operación de urgencia contra el ébola en ese país, declaró el viernes por la noche que «los inicios (de la campaña) fueron realmente muy difíciles», dijo que esto se debió a problemas de logística y a un «gran número de llamadas» al centro, a las que no se puede responder.
Sin embargo, explicó que esos problemas fueron progresivamente resueltos y la jornada fue al cabo un éxito. La acogida a la campaña ha sido globalmente positiva, pero también hay críticas, en particular a la insuficiente capacitación de los equipos.
Los supervisores están bien entrenados, pero los equipos que visitan a las familias en algunas regiones del oeste del país no están suficientemente formados y no están en medida de dar correctamente información», afirmó Abubakarr Kamara, un responsable de la asociación Health for All (Salud para todos).
Asimismo, este fin de semana llegan a Sierra Leona un contingente de 165 médicos y enfermeras de Cuba, para ayudar a la erradicación de esta letal enfermedad.
La epidemia del ébola en África occidental es la más grave de la historia de esta fiebre hemorrágica identificada en 1976.