La policía española arrestó el miércoles a un presunto pederasta que había desatado una enorme alarma social en el barrio de Madrid donde solía actuar.
El sospechoso, un español de 42 años que no fue identificado, está acusado de cinco abusos sexuales consumados y de otros tres en grado de tentativa. Todos los casos se produjeron en la capital española en el último año, dijo el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz en rueda de prensa.
El presunto pederasta fue detenido en Santander, al norte del país, pese a que habitualmente residía en Madrid. Fernández Díaz dijo que todas las víctimas eran niñas de entre cinco y 11 años a las que raptaba en parques y zonas recreativas para menores en el entorno del distrito madrileño de Ciudad Lineal.
«La investigación fue muy complicada por la nula relación previa del pederasta con sus víctimas», dijo Fernández Díaz. «Prolongaba las agresiones durante horas y su frialdad le llevaba a lavar y duchar a sus víctimas antes de soltarlas».
El detenido usó viviendas, vehículos de terceros y descampados de difícil acceso para cometer los abusos. Tenía antecedentes y pasó varios años en prisión por otra agresión a una menor en los años 90. El ministro lo definió como un hombre violento, experto en artes marciales, con conocimiento de técnicas de investigación forense y la capacidad de controlar sus impulsos para evitar ser descubierto.
La detención generó un gran alivio en Ciudad Lineal, donde los parques estaban semivacíos desde que el caso trascendió a la opinión pública. El pasado viernes, un operario que instalaba cámaras de seguridad en la zona fue agredido por un grupo de vecinos del barrio que le tomaron por el pederasta.
MADRID (AP)