Emma y David son una pareja al extremo, viven en una mansión colgante al borde de un acantilado en Australia. La hermosa pero aterradora mansión colgante está constituida por cinco módulos adheridos a la roca dura a través de unas vigas de acero.
Ellos deseaban pasar unas vacaciones de verano cerca de la naturaleza, así que decidieron crear este original lugar inspirados en los percebes, unos crustáceos que se adhieren a las rocas de los acantilados.
Con todo y sus lujos, la mansión fue fabricada por la empresa Mondscape, que no se olvidaron ni del más mínimo detalle de un hogar; para aumentar lo exótico del lugar, en la punta más próxima al mar dejaron un área de barbacoa y un spa.
AGENCIAS