Matt Carpenter y los Cardenales ganaron un duelo de bateo que nadie esperaba. Clayton Kershaw y Adam Wainwright se desplomaron estrepitosamente en distintos momentos del encuentro.
Carpenter empalmó un doblete de tres carreras que significó la ventaja en medio de un inning de pesadilla de Kershaw, y los San Luis rayó ocho veces en la séptima entrada para imponerse el viernes 10-9 a los Dodgers de Los Ángeles.
«Esto es más divertido cuando estás enfrentando a alguien considerado el mejor pitcher», dijo Carpenter en referencia a Kershaw. «Cuando tengo esos turnos al bate contra él trato de seguir peleando. Él trata de ponerme fuera pronto. Parece que cada vez que lo enfrento me pone abajo en la cuenta por 0-2 y tengo que reaccionar».
A la hora del comienzo del encuentro, la temperatura era de 92 grados Fahrenheit (33 centígrados). Pero lo candente en realidad fue el desarrollo del juego, el primero de la serie de división de la Liga Nacional.
San Luis se recuperó de una desventaja de cinco carreras ante Kershaw y sobrevivió a una tensa situación en la novena entrada, cuando Trevor Rosenthal ponchó al cubano Yasiel Puig mediante una recta a 100 millas por hora, con hombre en la antesala, para poner fin a un encuentro de toma y daca que duró casi cuatro horas.
Muchos esperaban un gran enfrentamiento entre dos lanzadores que ganaron 20 encuentros en la campaña: Kershaw contra Adam Wainwright.
Pero de este encuentro se recordarán muchas cosas, incluido el desastroso pitcheo.
«Estoy seguro de que todos en el béisbol esperaban un juego de una carrera», dijo Carpenter. «Nosotros anotamos una, pero nunca pensamos que al final esto quedaría 10-9».
Wainwright le propinó un pelotazo a Puig en la apertura del tercer acto. El mexicano Adrián González, siguiente en el orden al bate, le dijo algo al receptor boricua Yadier Molina, quien montó en cólera.
Ambos se encararon, lo que derivó en un conato de riña en el que se vaciaron las cuevas. Hubo empujones e insultos, sin que el altercado pasara a mayores.
El as de San Luis fue el primero en naufragar. Admitió seis carreras y 11 hits en cuatro entradas y dos tercios.
Luego vino un cataclismo mayor, el de Kershaw, quien volvió a ser un fiasco en la postemporada.
El zurdo, cuya efectividad de 1.77 fue la mejor de las mayores por cuarto año consecutivo, llegó al partido con la esperanza de borrar el recuerdo de su mal desempeño en el sexto juego de la Serie de Campeonato del año pasado, cuando los Dodgers fueron eliminados por los propios Cardenales.
Kershaw lució imponente durante los primeros seis innings, en los que retiró a 16 bateadores seguidos, entre jonrones de Randal Grichuk y Carpenter.
Pero se estrelló en el séptimo capítulo, cuando admitió cinco de las ocho carreras de los Cardenales y se convirtió en el primer lanzador en la historia de los playoffs que admite siete anotaciones en aperturas consecutivas. Aceptó ese mismo número en el fatídico sexto encuentro, la postemporada anterior.
Kershaw, favorito para llevarse su tercer trofeo Cy Young en cuatro años, cayó a una foja de 1-4 con una efectividad de 5.19 en octubre.
Los Dodgers se acercaron a 10-9 en la novena entrada, pero el ponche de Puig representó el último out.
Marco Gonzales se llevó la victoria, con un relevo de una entrada. Rosenthal resolvió la novena para acreditarse el salvamento.
Por los Cardenales, los dominicanos Jhonny Peralta de 4-1 con una anotada, Óscar Taveras de 1-0. El puertorriqueño Molina de 4-1 con una anotada.
Por los Dodgers, el cubano Puig de 4-2 con tres anotadas y una producida. El mexicano González de 4-1 con una anotada y dos empujadas. Los dominicanos Hanley Ramírez de 5-2 con una anotada y una remolcada, Juan Uribe de 5-1.
LOS ÁNGELES (AP)