El Valencia ganó el sábado por 3-1 al Atlético de Madrid, tomó transitoriamente la punta de la clasificación en la liga española y selló sus papeles como firme candidato a competir por el título esta temporada.
Los «chés» aceptaron el reto de la visita del equipo entrenado por el argentino Diego Simeone y devolvieron un duro golpe al vigente campeón, que perdió su condición de invicto y quedó provisionalmente en el tercer lugar con 14 puntos; a tres de la cima que ocupa el Valencia tras acumular cinco victorias y dos empates en lo que va de campeonato.
El escolta Barcelona juega a continuación en cancha del Rayo Vallecano y puede recuperar la cima con un triunfo. La jornada se completa con los partidos Eibar-Levante, Málaga-Granada y Almería-Elche.
El Real Madrid, quinto con 12 unidades, cierra la séptima fecha contra el Athletic de Bilbao.
Un gol en contra del central Miranda a los seis minutos inició la debacle del Atlético en el estadio Mestalla, donde el Valencia añadió otros dos tantos en apenas siete minutos por vía de Andre Gomes (7) y el argentino Nicolás Otamendi (13). Los rojiblancos recortaron gracias a Mario Mandzukic (29), pero desaprovecharon un penal y cayeron en liga por primera vez desde el pasado 4 de mayo, cuando el Levante les venció, 2-0, en la 36ta fecha del campeonato anterior.
Desde el inicio del partido pareció que el Valencia lo aguardó durante toda la semana, mientras el Atlético, que venía de ganar 1-0 a la Juventus el miércoles por la Liga de Campeones, transmitía síntomas de no haber despertado a tiempo de la siesta sabatina.
El primer tanto encajado por el equipo de Simeone pudo catalogarse de accidente, pues Miranda y el arquero Miguel Moyá no se entendieron en un balón colgado desde la banda derecha por Shkodran Mustafi y el central brasileño cabeceó hacia su propio arco, ante la atónita mirada de su compañero.
El segundo gol del Valencia cabe atribuirlo al talento de Paco Alcácer y Gomes. El primero dejó de tacón para el segundo, quien quebró a Miranda con la derecha y cruzó con la zurda frente a Moyá. La jugada también premió la mayor asertividad «ché» frente al desconcierto visitante.
El 3-0 fue la confirmación de la pesadilla atlética, ya que el equipo dirigido por Nuno Espirito Santo administró al del «Cholo» una dosis de su propia medicina, y Otamendi cabeceó, con potencia y previo amago diseñado, un tiro de esquina lanzado por su compatriota Pablo Piatti.
En la foto volvió a salir Miranda, perdido en la jugada como todo el Atlético, irreconocible en Mestalla hasta que Mandzukic recortó tras un mal rechace de Diego Alves a volea de Tiago Cardoso.
Al filo del descanso se abrió un rayo de luz para el vigente campeón con el penal señalado por mano de José Gayá; pero el telón de la primera mitad bajó sin premio rojiblanco, pues Alves adivinó la intención de Siqueira y detuvo su manso lanzamiento.
La segunda mitad fue un querer y no poder del Atlético, inusualmente espeso en ataque estático y claramente descoordinado en su sello distintivo: las jugadas de estrategia. Buscando alternativas, Simeone dio entrada al italiano Alessio Cerci (66) y el mexicano Raúl Jiménez (69), pero la mejor ocasión volvió a ser valenciana con un remate forzado de Paco Alcácer y Cerci no acabó el envite, expulsado por protestar en los descuentos.
BARCELONA, España (AP)