El ébola todavía no ha infectado a nadie en suelo estadounidense: el único caso confirmado es el de un hombre que contrajo el virus en el extranjero. Sin embargo, proveedores de servicios sanitarios están lo suficientemente preocupados como para tomar una amplia variedad de precauciones.
Los hospitales públicos de la ciudad de Nueva York están muy preocupados por el ébola. A manera de preparativo, han estado enviando en secreto personas que simularon los síntomas de la enfermedad a los servicios de urgencias para comprobar cuán bueno es personal a la hora de identificar y aislar posibles casos.
En todo Estado Unidos, una de las empresas de ambulancias más grandes del país ha recopilado un manual de instrucciones paso a paso sobre cómo envolver el interior de un vehículo con sábanas de plástico mientras transportan a un paciente.
No está claro aún si todos esos preparativos son una exageración, o si no serán suficientes, pero funcionarios médicos y expertos en salud dice que, al menos, el miedo les está dando una oportunidad de reforzar y probar los procedimientos de control de infecciones.
Hospitales de todo el país están teniendo abundantes oportunidades para probar sus procedimientos de control de infecciones debido al creciente número de falsas alarmas.
Funcionarios del Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos, aunque ha pedido a los sanitarios que estén preparadas, han dicho en repetidas ocasiones que no creen que el país vaya a sufrir un brote como el que ha matado a miles de personas en Liberia, Sierra Leona y Guinea.
La tasa de mortalidad sería mucho más baja en Estados Unidos, debido a los cuidados son más sofisticados, dicen los expertos. El ébola tampoco es tan contagioso como otras enfermedades como la gripe, que expande por el aire, o el VIH, que puede ser transmitido por una persona que no tiene síntomas.
NUEVA YORK (AP)