Un informe de la ONU citado por RIA Novosti confirma que las fuerzas armadas ucranianas siguen violando el derecho humanitario. El documento contiene evidencias del encarcelamiento de personas por ejércitos privados.
Los grupos armados que están bajo el control del Ejército de Ucrania siguen violando los principios del derecho internacional humanitario, según el informe de la misión supervisora de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, al que ha obtenido acceso Ria Novosti. Se trata del sexto informe, que cubre la situación en Ucrania desde el 18 de agosto hasta el 16 de septiembre.
«En el período de presentación del informe, las bases del derecho internacional humanitario, incluidos el principio de necesidad militar, los signos de distinción, la proporcionalidad y las medidas precautelares se siguen violando por parte de los grupos armados, ciertas unidades y batallones voluntarios (incluidos los batallones territoriales dirigidos por el Ministerio de Defensa de Ucrania) que se encuentran bajo el control del Ejército de Ucrania», informa el documento.
En particular, en el documento se mencionan las declaraciones testimoniales de un número de personas que fueron arrestadas e ingresadas en prisión por los representantes del poder oficial de Kiev o batallones armados controlados por el Ejército ucraniano. Estas personas cuentan que fueron maltratadas y hablan de torturas, palizas y de que se les negó ayuda médica y comida. En total, según los datos de la ONU, desde mediados de abril hasta el 25 de agosto fueron detenidas unas 1.000 personas sospechosas de estar involucradas en las formaciones armadas del este de Ucrania. Para el final del período de presentación del informe, 52 personas más fueron detenidas.
No obstante, la preocupación principal de los representantes de la misión supervisora de la ONU es la desaparición de personas, los asesinatos, la extorsión, y las detenciones arbitrarias que realizan los batallones Aidar, Dnepr-1, Kiev-1 y Kiev-2, todos ellos controlados por Kiev.
En su informe la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos llama a las autoridades ucranianas a realizar un mayor control sobre su propio Ejército y las formaciones armadas. Además, asegura que después del alto al fuego anunciado el 5 de septiembre, el alcance y la intensidad de las actividades militares se ha reducido drásticamente, pero no ha desaparecido por completo. La población civil en Debaltsevo, Donetsk, Gorlovka, Ilovaisk, Lugansk, Pervomaisk, Schastye y otras localidades sigue quedándose atrapada en medio de fuego o bombardeos cruzados.
Asimismo, en el informe se señala que la población civil sufre de manera particular los bombardeos con armas pesadas de los barrios más poblados, en los que, según el informe, sitúan sus unidades las formaciones armadas de la República Popular de Donetsk. «Algunos de los casos registrados de uso del fuego desproporcionado en los barrios residenciales han sido protagonizados por las Fuerzas Armadas de Ucrania», indica el documento.
Anteriormente, las autoridades de Kiev y las milicias del este de Ucrania se habían reunido en Minsk con la mediación de Rusia para negociar. El resultado de las negociaciones fue la decisión de adoptar un alto el fuego mutuo, la creación de una zona de seguridad en la línea actual de contacto de ambos frentes, la retirada de las armas pesadas de esta zona y de las ciudades así como del inicio de la misión supervisora de la ONU.
A principios de septiembre, las partes acordaron una tregua y resolvieron una serie de cuestiones sobre el estatus de la región (el llamado protocolo de Minsk). El 19 de septiembre elaboraron un memorando de nueve puntos con el que habrán de cumplir las partes.