Por qué los adolescentes no deben dormir con su smartphone cerca

Es algo habitual que los adolescentes tengan su smartphone siempre en la mano, hay veces que parece una extensión de su brazo. Tanto en adultos como en adolescentes, los smartphone se han convertido en los nuevos despertadores dejando de lado el tradicional reloj de mesita. ¿A ti también te ocurre?

Mantener el smpartphone en el dormitorio por la noche tiene más inconvenientes que ventajas, por lo que cuando acabes de leer este artículo te lo pensarás dos veces antes de dejar que tu hijo adolescente se lo lleve al dormitorio a la noche. Y no estaría mal que tú también abandonaras la costumbre de llevártelo a la habitación.

Lo mejor que puedes hacer es crear una regla en casa que todos deban cumplir, como dejar todos los aparatos electrónicos apagados a partir de una hora en concreto de la noche. ¿Quieres saber por qué los adolescentes no deben dormir con un smartphone cerca? No pierdas detalle.

Duermen menos horas de las necesarias

Si un adolescente tiene su smartphone cerca tendrá la tentación de mirar las redes sociales, navegar en internet o hablar con sus amigos a horas que no son apropiadas, por lo que le restará horas de sueño y le mantendrá despierto.

Un adolescente debe dormir las horas que necesita para poder sentirse bien y enfrentar sus actividades diarias con buen humor. La luz del aparato electrónico interfiere en el ritmo biológico del sueño, ya que interfiere en la producción de melatonina del cerebro y puede costar más conciliar el sueño.

Peor aún es dejar el teléfono con sonido durante la noche. Si una vez que los adolescentes están dormidos reciben una llamada o mensajes, su smartphone sonará y los despertará a horas inapropiadas, con lo que seguramente lo cogerán para responder perjudicando el sueño de calidad.

Se vuelven dependientes

Los adolescentes se vuelven dependientes de la tecnología y sienten una necesidad irrefrenable de estar disponible en todo momento para los amigos. Esto hará que no puedan estar sin su teléfono inteligente y que si esto ocurre se vuelva una auténtica tragedia, incluso hasta llegar al punto de sentir ansiedad.

Si esto ocurre estamos ante un problema que deberá tenerse en consideración para que el adolescente sea capaz de no depender de su teléfono. Los adolescentes necesitan tener un momento del día para sus pensamientos y reflexionar sobre los aspectos que les inquieten, sin distracciones.