El rechazo social a los niños que sobrevivieron al ébola

Muchos niños de África Occidental cuyos padres han fallecido por el ébola ahora se enfrentan a un nuevo problema: el rechazo por parte de la sociedad y sus propios familiares por culpa del desconocimiento y el miedo.

El brote de ébola ha traído consigo no solo consecuencias de carácter sanitario, sino también social, ya que muchos niños huérfanos que han sobrevivido a la enfermedad no pueden reintegrarse en la comunidad debido a que la gente los considera un peligro.

Un representante de la Oficina Regional para África Occidental y Central del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), Laurent Duvillier, ha revelado la historia de un menor de Liberia que, después de perder a sus padres, sufrió la marginación familiar y social, informa Europa Press.

Los padres del menor murieron por el ébola, y UNICEF tuvo que buscarle una nueva familia para evitar que se contagiara del virus en el centro de tratamiento donde se encontraba, cerca de Monrovia, Liberia.

La primera opción para este niño era encontrar a otro familiar que quisiera acoger al niño. No obstante, además de los problemas relacionados con la falta de datos, se añadía el miedo de la gente, que hacía que los propios familiares del niño «no lo quisieran», cuenta Duvuiller.

La segunda opción era buscar una persona que hubiera sobrevivido al ébola que estuviera dispuesta a acoger al niño. A pesar de que tal persona se encontró, sus vecinos de la zona donde residía se opusieron a la presencia del niño. Finalmente, UNICEF consiguió encontrar un pariente lejano que vivía en otra comunidad y aceptó al niño.

Actualmente, UNICEF está trabajando para crear una red de acogida de centros pequeños cercanos a las comunidades donde vivían los niños antes de que llegara la enfermedad, ha explicado Duvuiller. Una de las estrategias empleadas consiste en involucrar a supervivientes del ébola para que apoyen a niños huérfanos en situación vulnerable.