Un reciente informe de la organización Human Rights Watch pone al descubierto la estremecedora realidad de los cientos de mujeres de la minoría yazidí que caen en manos de los yihadistas del Estado Islámico.
A las mujeres kurdas de minoría yazidí las separan a la fuerza de sus familias y las obligan a contraer matrimonio con miembros del grupo extremista, y algunas incluso son vendidas como esclavas sexuales, según revela el último informe de Human Rights Watch.
La familia de Amira ha sufrido en su propia piel lo que supone perder a un ser cercano. La mujer contó a RT que, hace un mes, su hermana la llamó, a escondidas y jugándose la vida, para susurrarle que había caído en los tentáculos del Estado Islámico.
«Me contó que les hacen daño, las están explotando y muchas de ellas han sido vendidas. Yo le dije que hiciera algo, que los ataque, pero me contestó que eso es imposible», dijo. «Puede ocurrir cualquier cosa, esta gente puede hacer todo lo que quieran con ella», añadió.
Los vecinos contaron a Amira que los yihadistas raptaron a su hermana al entrar en la ciudad de Sinyar. Además golpearon a su primo y también se llevaron a la mujer de su tío.
«No saber nada es lo peor de todo. No se lo pueden ni imaginar. No creo que encuentre nunca una situación peor que esta. Mi vida está arruinada, al igual que la de mi madre y la de mi familia. No creo que podamos volver a tener una vida normal después de haber perdido a nuestra hermana», cocluyó Amira.
Los extremistas utilizan la ‘sharia’, o ley islámica, como pretexto para estos secuestros y la explotación de las mujeres como esclavas sexuales. En uno de los artículos que han publicado, aseguran que es legítimo capturar y someter a mujeres de la minoría yazidí. Incluso se jactan de haber hecho revivir la época de la esclavitud.
