El alcalde de Roma, Ignazio Marino, inscribió este sábado en el Registro Civil de esa capital italiana un total de 16 matrimonios de gays y lesbianas contraídos en el extranjero, a pesar de la prohibición del Ministerio del Interior de Italia y el aviso del delegado del Gobierno de que serían anulados.
En declaraciones a la prensa, Marino aseguró que «es fundamental que un alcalde defienda los derechos de todos» y agregó: «creemos fuertemente que todos somos iguales y que tenemos los mismos derechos ante la ley y el derecho más importante es el de poder decir al propio compañero o compañera que se le ama».
De las 16 parejas registradas, 11 fueron de hombres y cinco de mujeres.
Ante la anunciada decisión de Marino, el delegado del Gobierno en Roma, Giuseppe Pecoraro, anunció que quedarían anulados como indicó el Ministerio del Interior, pero el alcalde de la capital italiana hizo caso omiso.
La primera pareja que inscribió su matrimonio, celebrado en Barcelona en 2009, fue la formada por Marilena Grassadonia y Laura Terrasi, quienes llegaron al ayuntamiento con sus tres hijos y definieron el acto «como un gesto político muy importante de civismo y respeto para nuestras familias».
El reconocimiento de las parejas homosexuales ha sido un tema candente esta semana en Italia y el Vaticano, debido a que la jerarquía de la iglesia católica propuso debatir sobre ese asunto durante el sínodo o asamblea de obispos de todo el mundo, aceptando indirectamente que el fenómeno se ha extendido entre los católicos.