Los primeros complejos de guerra radioelectrónica rusos han sido entregados a los constructores de los cazas T-50. El complejo Himalaya constituye un componente vital de los aviones rusos de quinta generación.
La particularidad del complejo Himalaya es que no se ‘monta’ en un avión como otros tipos de equipo, sino que se integra en el casco en el momento de la construcción del caza. El equipo representa el concepto de ‘casco inteligente’, jamás empleado en los aviones anteriores, según el comunicado de prensa de la empresa constructora de los complejos, el consorcio ruso ‘Tecnologías radioelectrónicas’.
En total, consta de 1.526 módulos pasivos y activos de detección óptica y por radioondas, lo que hace el avión más difícil de de detectar y atacar por parte del enemigo. Al mismo tiempo, las armas propias del T-50 serán más precisas contra blancos aéreos y terrestres.
Además, el complejo disminuye considerablemente la eficacia de las tecnologías furtivas del enemigo, ya que combina la detección por radioondas con el seguimiento óptico del blanco.
Por fin, la integración del Himalaya en el casco de la nave permite reducir el peso del avión y ofrecerle una mayor maniobrabilidad.
Los cazas de quinta generación rusos T-50 de la producción en serie entrarán en servicio en 2016. Actualmente las Fuerzas Aéreas de Rusia llevan a cabo las pruebas del primer T-50.