Cuando una gatita blanca de rostro simpático apareció en Japón en 1974, nadie hubiera imaginado que el próximo 1 de noviembre celebraría sus 40 años ganando miles de millones de dólares anuales para Sanrio, su creador.
El rostro adorable de Hello Kitty, con su eterno nudo sobre la cabeza, símbolo del «kawai» japonés, es decir «bonito» o «gracioso», dio la vuelta al mundo.
En 1974, nadie hubiera imaginado que esa carita blanca bosquejada con unos pocos trazos, esa mirada vacía en un rostro sin boca, con seis rayitas para esbozar un bigote, llegaría a imponerse como un asombroso éxito mundial.
Según Kazuo Tohmatsu, un portavoz de Sanrio, el nacimiento de Hello Kitty en 1974 concuerda perfectamente con la época que vivía Japón. Tres décadas después de la guerra que lo arruinó, el país se ha reconstruido, los niños tienen algo de dinero en sus bolsillos y es posible gastar en distracciones.
Durante los últimos años, Hello Kitty se ha convertido en uno de los íconos del «Japón Cool» y de esta cultura popular nipona que ha invadido al mundo con dibujos animados y mangas.
El universo rosado de Hello Kitty no se limita a las jovencitas románticas, sino que alcanza a todas las edades, en Japón y el resto del mundo. Quizás en la actualidad interese más a los adultos que a los niños, según el portavoz de la compañía.
«En cierta forma, Hello Kitty otorga a los adultos el derecho a jugar nuevamente, una posibilidad de exteriorizar una parte de sí mismos que no pueden expresar en el resto de su vida», sostiene Christine Yano, una antropóloga que estudió el fenómeno del «kawai».
A mediados de 2014, Sanrio anunció muy seriamente que Hello Kitty no era un gato sino un ser humano, «una niña alegre y feliz con un corazón de oro». ¿A pesar de su bigote, de sus orejas puntiagudas?
El portavoz de la empresa explicó a la AFP que Hello Kitty se llama en realidad Kitty White, nació en el sur de Inglaterra el 1 de noviembre de 1974 y su signo astrológico es escorpio.
TOKIO, (AFP)