El Valencia es el nuevo escolta del líder Real Madrid en la liga española, tras ganar el domingo 3-1 en cancha del Villarreal y beneficiarse del tropiezo previo del Sevilla, que perdió 1-0 en visita al Athletic de Bilbao.
Los sevillistas desaprovecharon una oportunidad de oro de liderar el campeonato y cayeron a la quinta posición, por detrás del Barcelona (también con 22 puntos pero mejor balance goleador), el vigente campeón Atlético de Madrid (23), el Valencia (23) y el Real Madrid (24), nuevo puntero por la décima fecha.
El equipo valencianista, que solo ha perdido un partido en el torneo, se llevó el duelo regional con el Villarreal gracias a los tantos de Manuel Trigueros en su propio arco a los seis minutos y Shkodran Mustafi (64 y 73). El «Submarino Amarillo», que recortó por vía del propio Trigueros (88), podría bajar del octavo lugar que actualmente ocupa en caso de victoria del Rayo Vallecano el lunes.
En la mañana, Aritz Aduriz (13) marcó el único tanto del partido para el Athletic, que sumó su segunda victoria seguida tras seis fechas huérfano de triunfos.
El Barsa también perdió el sábado 1-0 contra el Celta de Vigo, mientras que el Madrid goleó 4-0 al Granada para alcanzar la cima por encima del Atlético, a su vez vencedor sobre el Córdoba por 4-2.
El Athletic, que el miércoles recibe al Porto por la fase de grupos de la Liga de Campeones, subió del decimoquinto al undécimo lugar con 11 unidades.
«Nos ha costado muchísimo. No nos podíamos descuidar con el potencial que tiene arriba el Sevilla. Ha sido un partido de mucha pelea. Por algo tenían la posibilidad de ser líderes. El miércoles cambiamos el chip y tenemos poco que perder», dijo el lateral Andoni Iraola.
La jornada se completa con los cotejos Levante-Almería y Elche-Espanyol.
Al Valencia el encuentro se le puso pronto de cara cuando Sofiane Feghouli centró un balón desde la derecha y Trigueros, en su intento de despeje, desvió a la red para sorpresa del arquero.
La presencia de André Gomes dotó de clarividencia y despliegue al equipo visitante, mientras que el Villarreal se topó con una desmejorada versión del mexicano Giovani Dos Santos, incapaz de desequilibrar con sus movimientos ofensivos.
Pese a ello, el «Submarino Amarillo» encerró al Valencia antes del descanso y casi empató tras la reanudación en un tiro libre directo de Bruno Soriano que Diego Alves atajó espectacularmente.
Con el cuadro local volcado, los «chés» contragolpearon y forzaron también tiros de esquina favorables que se tradujeron en goles de Mustafi, el primero de cabeza y el segundo rebañando un balón sin dueño en el área.
El tardío tanto de Trigueros, certero rematador de un pase de Gerard Moreno, apenas alivió el dolor de la derrota para el Villarreal
El choque en Bilbao resultó entretenido por la propuesta inicial sin concesiones del Athletic, que al minuto de juego ya sumaba una tarjeta amarilla para Aduriz. Pero el ímpetu predominó sobre la mesura, y tanto las ocasiones de gol del equipo local como del Sevilla llegaron más por empuje que combinaciones aseadas.
El colombiano Carlos Bacca, bien controlado por la zaga rojiblanca, no llegó a un cruce de Aleix Vidal en la primera ocasión de gol visitante, y el Athletic no desaprovechó la suya, al empalmar de volea espectacular Aduriz un servicio desde la derecha de Markel Susaeta.
Ambos intercambiaron roles en la siguiente oportunidad: un intento lejano del segundo que apenas esquivó el arco defendido por Beto; y Aymeric Laporte también se animó con un tiro libre directo buscando el rincón.
Pero Iker Muniain apenas participaba de la elaboración ofensiva del Athletic, que perdió por lesión a Aduriz, sustituido a los 28 minutos por Guillermo Fernández. Denis Suárez tampoco aparecía lo suficiente por el Sevilla, pero sí llegó a cabecear un centro de Benoit Trémoulinas y sacó a relucir su diestra en un tiro libre ajustado. Entretanto, Susaeta volvió a amenazar a Beto, de mano firme en el latigazo raso del volante.
Los visitantes buscaron un mayor orden tras la reanudación con el ingreso del argentino Ever Banega, pero su juego siguió exhibiendo lagunas importantes en la construcción.
Bacca, desacertado y desquiciado, dejó su lugar a Iago Aspas a falta de 20 minutos para el final, y el Athletic se encerró en este tramo, fiando el gol de la tranquilidad a un contragolpe definitivo que no llegó.
«No logramos plasmar en el marcador la superioridad que tuvimos en el segundo tiempo. Sabíamos de su potencial, controlamos el partido pero el objetivo era ganar y nos costó caro el descuido del primer gol», comentó tras el choque el central argentino Nico Pareja.