Los ciudadanos estadounidenses salen a votar este martes para elegir gobernadores y también renovar la Cámara de Representantes y el Senado. Justo este día, el país norteamericano cumple 100 años desde su primera elección legislativa, pero esta vez con índices mínimos históricos de interés y profundas divisiones entre el partido Demócrata y el Republicano.
Los partidos políticos tradicionales estadounidenses disputarán este martes los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 33 de los 100 asientos del Senado -ambas en poder los Demócratas-, y 38 gobernaciones de los 50 estados que conforman el país.
En esta elección, los votantes decidirán también mediante referendo temas como la legalización de la marihuana y el derecho al aborto.
Los comicios han sido catalogados como una prueba para el presidente Barack Obama, quien pese a que no participa en el tarjetón electoral, podría perder apoyo en el Congreso estadounidense si los republicanos toman el control del Senado.
En el caso de la Cámara de Representantes ya está en manos de los republicanos y no es probable que cambie, por lo que los republicanos se quedarían con el control de ambas cámaras de acuerdo con pronósticos de analistas y las encuestas.
Vale destacar que con un Congreso en contra la oposición tendrá capacidad para influir en temas que van desde la seguridad fronteriza hasta la política energética.