El anuncio de una cooperación militar más estrecha entre China y Rusia es una clara señal del calentamiento de la competición geopolítica, afirma un artículo de Gideon Rachman en ‘Financial Times’.
«Tanto Rusia como China intentan empujar contra el mundo dominado por EE.UU.», asegura Gideon Rachman, el autor del artículo publicado por ‘Financial Times’.
Rusia, en medio de la crisis ucraniana, intenta demostrar que tiene alternativas a Occidente y un nuevo aliado fuerte en China, opina el autor. A su vez China también tiene una fuerte motivación para empujar contra EE.UU., debido, entre otras causas, a la política de «giro a Asia», que incluye el estacionamiento del 60% de la armada estadounidense en el Pacífico.
Al mismo tiempo, Rachman explica que China tiene la desventaja de contar con pocos aliados en la región Asia-Pacífico en comparación con EE.UU., que mantiene acuerdos de defensa con Corea del Sur y Japón, así como unas relaciones estrechas con otras naciones del sureste de Asia. No obstante, acercándose a Rusia, China puede potencialmente adquirir un nuevo poderoso aliado.
En el artículo se hace alusión a dos declaraciones realizadas por el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú. En primer lugar, se habla de la afirmación de que Rusia y China tienen la intención de formar un «sistema de seguridad regional colectivo», lo cual sugiere que puede tratarse de un acuerdo muy ambicioso que «puede ir mucho más allá de un ejercicio naval conjunto ocasional», ya que los acuerdos de «seguridad colectiva» insinúan un compromiso como el de la OTAN.
En segundo lugar, se menciona el anuncio del titutar de Defensa ruso de que China y Rusia tienen previsto realizar ejercicios navales conjuntos en el Mediterráneo el próximo año, lo que el autor del artículo llama «un poco alucinante». «Si vemos la Marina china patrullando en el Mediterráneo, realmente va a parecer un mundo nuevo».
Respecto a los atractivos del acercamiento de los dos países, Rachman asegura que esta tendencia se debe a que ambos países son reacios al alcance militar global de EE.UU. así como al intervencionismo de este y a la idea de un mundo unipolar, entre otros motivos.
No obstante, el autor del artículo concluye diciendo que aún no está claro si está emergiendo un bloque Rusia-China directamente contrario a Occidente, ya que, por ejemplo, la inclinación hacia Rusia se produce tan solo una semana después de que China consiguiera un importante acuerdo sobre el cambio climático con EE.UU.