El Papa Francisco condenó el jueves la especulación sobre los alimentos básicos y la codicia de ganancias, al decir que estaban socavando la lucha global contra la pobreza y el hambre.
En una conferencia de Naciones Unidas sobre nutrición, el Papa llamó a los países ricos a compartir su riqueza y denunció el derroche, el consumo excesivo y la distribución desigual de la riqueza.
«Duele constatar además que la lucha contra el hambre y la desnutrición se ve obstaculizada por la prioridad del mercado y por la preminencia de la ganancia, que han reducido los alimentos a una mercancía cualquiera, sujeta a especulación, incluso financiera», dijo el Pontífice a delegados de más de 170 países.
«Y mientras se habla de nuevos derechos, el hambriento está ahí, en la esquina de la calle, y pide carta a la ciudadanía, ser considerado en su condición, recibir una alimentación de base sana. Nos pide dignidad, no limosna», agregó en las oficinas de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Roma.
El primer pontífice de América Latina ha vuelto la defensa de los pobres un eje central de su papado, atacando al sistema económico global como insensible a ellos y por no hacer lo suficiente para compartir la riqueza con quienes más lo necesitan.
Francisco, quien era conocido como el obispo de los barrios pobres en su nativa Buenos Aires por sus visitas frecuentes a estos lugares, ha invitado a personas sin hogar de Roma a comer con él y recientemente pidió a sus colaboradores que construyan puestos con duchas cerca del Vaticano para que las personas sin hogar en el vecindario pudieran ir a bañarse.
El Papa le dijo a los delegados que la necesidad de una distribución más justa de los alimentos alrededor del mundo «no puede permanecer en el limbo de la teoría».
ROMA (Reuters)