Jakub Marczewski se dejó la barba hace seis años porque le daba pereza afeitarse todos los días. Ahora forma parte de una tendencia global.
El joven de 21 años se hizo cortar el cabello y la barba en una nueva peluquería con aspecto moderno y bohemio, la Academia de Barbería y Peluquería, que abrió en Varsovia el mes pasado para atender al número creciente de polacos con barba. En esta capital la barba se ha puesto de moda, a la que han adherido actores, deportistas y muchos otros.
Metrosexuales, háganse a un lado. «A nivel mundial, estamos en la cumbre del cabello facial», comentó Allan Peterkin, siquiatra de Toronto y autor de «Mil barbas: una historia cultural del cabello facial». «Es una expresión deliciosa de masculinidad, aunque no una expresión de supermacho».
Después de la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de los varones se afeitaba, reflejando la ética militar que llegó a dominar la vida empresarial, observó Peterkin. En las décadas siguientes el cabello facial fue adoptado por grupos marginales como beatniks y jipis. Desde mediados de los años 90 se ha ido popularizando al punto de ser una moda en América del Norte.
Ahora el cabello facial es muy popular en Europa Occidental, especialmente en París. Y en Gran Bretaña y muchas otras naciones es el mes de «Movember», en que se estimula a los varones a dejarse el bigote en un movimiento para llamar la atención y recaudar fondos para causas sobre la salud masculina.
Piotr Zuchowski, gerente de la barbería de Varsovia, dijo que la barba revive después de haber desaparecido en la Polonia comunista.
VARSOVIA, Polonia (AP)