¿Qué pasa si dejamos de bañarnos?

Quizá alguna vez te hayas preguntado qué podría pasar si decidieras no ducharte nunca más; sé que en alguna etapa de la vida tal vez este ha sido un deseo nunca concedido, como ocurre con los niños que a ciertas edades no quieren saber nada de bañarse, para unos años más tarde pasar horas dentro del baño.

Si nos dejamos de duchar…

Como es de imaginar, puedes estar pensado que la mejor forma de llamar a una persona que no se baña es «sucia» y de hecho, aunque la expresión no sea muy elegante, sí que es adecuada.

Algunas cosas podrían ocurrir en tu cuerpo…

Varias zonas comenzarían a picarte
Desprenderías olor
Tu cabello y piel en general se vería sucia y con aspecto decadente
Correrías riesgo de infecciones
Tu piel se podría irritar

Un poco de ciencia…

Por otro lado, es importante recordar que la piel es el órgano más grande del cuerpo, conformado por 2,6 millones de glándulas sudoríparas y de miles de pequeños pelos. Las glándulas están divididas en dos grandes grupos –ecrinas y apocrinas–. Este último es el encargado de transformar los ácidos grasos y las proteínas en una sustancia densa y de color amarillo pálido, que luego se traduce en sudor que percibimos en diferentes partes del cuerpo con su característico olor.

Para que tengas una idea, una persona normal puede sudar hasta 3 litros por hora, imagínate que si esa cantidad de sudor se queda atrapada en la piel como consecuencia de falta de higiene o por no bañarse, cientos de hongos, bacterias y levaduras que por lo general se encuentran sobre la superficie de la piel podrían llegar al torrente sanguíneo, causando diferentes enfermedades.

Enfermedades muy contagiosas como la nigua, tiña o sarna se pueden contraer muy fácilmente en un medio sucio o lleno de bacterias, como lo sería la piel del cuerpo de una persona que no se baña.
En el caso de que alguien tuviera, por ejemplo, tiña y fuera a un baño público, el problema podría agravarse, ya que la irritación de la piel y el picor podrían absorber otro tipo de gérmenes como el estafilococo, aumentando así el riesgo de padecer de enfermedades más graves.

La higiene es algo que forma parte de la vida, desde que se tiene registros nuestros ancestros tomaban baños en sitios como lagunas, ríos y lagos para asearse. Por supuesto que todo era más natural y no se lavaban con jabón o champús derivados de químicos, pero aún así con el tiempo también buscaron fragancias provenientes de plantas o frutos para hacerlo o perfumarse.