La ciudad de Brisbane, al norte de Australia, experimentó el jueves la peor tormenta desde 1985 que generó estragos en todo el territorio, incluidos daños contra carreteras y viviendas.
De acuerdo con la información ofrecida por la estatal eléctrica, Energex, unos 90 mil hogares perdieron temporalmente el servicio luego de que varias líneas de suministro se viesen afectadas por la caída de algunos árboles.
El servicio de trenes estuvo completamente paralizado en horas de la tarde cuando miles de usuarios se movilizaban por dicha vía; mientras que los noticieros locales mostraban imágenes de vivienda con daños materiales que iban desde ventanas rotas hasta hogares con techos desprendidos.
Por su parte el Primer Ministro de Queensland (estado al que pertence Brisbane), Campell Newman, manifestó que era la peor tormenta que golpeaba a la región en los últimos 29 años, sin embargo, destacó que la cantidad de lesionado sólo alcanzó 12 personas.
Según el reporte de un medio local el centro de convenciones que recibió la Cumbre del G20 sufrió daños de consideración en su estructura por el impacto del granizo, la fuerza del viento y la velocidad del agua.
Mientras tanto el Ejército y los cuerpos de rescate se mantienen activos para el rescate de civiles y evaluar los daños registrados durante la tormenta.