River Plate venció el jueves 1-0 a Boca Juniors y pasó a la final de la Copa Sudamericana, tomándose desquite de años de sufrimiento en competencias internacionales ante su eterno rival.
River enfrentará en la final a Atlético Nacional de Colombia, que el miércoles eliminó al brasileño Sao Paulo en definición por penales. El gol de Leonardo Pisculichi para los locales a los 16 minutos provocó un infernal griterío en el estadio Monumental, que apenas iniciado el encuentro había quedado atónito cuando el árbitro Germán Delfino cobró penal para Boca.
Parecía que toda la fiesta que había preparado River se iba a frustrar, pero el arquero Marcelo Barovero, despejó el fuerte remate de Emmanuel Gigliotti con una espectacular volada hacia la izquierda.
Luego de atajar el penal, Barovero dijo que había que estar tranquilo para conseguir el objetivo. «Después de que cobró el penal, fue respirar y tener la mente tranquila. Sirvió mucho, fue todo muy raro, pero lo único que importaba era ganar y a veces le toca a uno y a veces a otro», dijo Barovero.
Sobre el logro ante el clásico rival, Barovero destacó la unión del grupo para salir adeante. «Son clásicos y jugamos en equipo 180 minutos, ahora trataremos de seguir de esta manera», destacó.
El encuentro se hizo de ida y vuelta, con Boca explotando la habilidad y velocidad de Federico Carrizo y la peligrosidad en los últimos metros de Jonathan Calleri y Gigliotti. Pero River respondía con la velocidad del delantero uruguayo Rodrigo Mora y el colombiano Teófilo Gutiérrez, quien se ha ido convirtiendo en un ídolo para los hinchas de River.
Sobre el final del partido, el experimentado zaguero de Boca Daniel Díaz fue expulsado por doble amonestación.
BUENOS AIRES (Reuters)