El papa Francisco continúa su visita en Turquía. Este sábado se quitó el calzado en la Mezquita Azul de Estambul y llevó a cabo una adoración silenciosa, o meditación, junto al gran mufti de la ciudad, Rahmi Yaran.
Durante la visita a la mezquita, el mufti Yaran explicó al pontífice algunos pasajes del Corán que describen el significado de la palabra «mihrab» (la dirección de la Meca) y luego ambos realizaron, durante dos minutos, la adoración silenciosa, un momento de especial recogimiento.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, señaló a la prensa que en dos oportunidades el Papa habló de la necesidad de «adorar a Dios, que no solo hay que alabarle y glorificarle, sino que también hay que adorarle».
En 2006, el papa emérito Benedicto XVI en Turquía hizo el gesto similar al de Francisco y causó gran polémica. En ese momento, la Santa Sede explicó que el pontífice no rezó en la mezquita sino que llevó a cabo una meditación silenciosa.
Finalizada la visita en la mezquita, el papa Francisco se trasladó al museo Santa Sofía en Estambul, lugar que durante 500 años funcionó como la mezquita principal de esa ciudad.
Posteriormente, el pontífice participará en una misa en la Catedral del Espíritu Santo y luego se trasladará al Patriarcado Ecuménico (sede mayor de los ortodoxos en el mundo). Luego, junto con el patriarca ortodoxo Bartolomé I, oficiará una celebración común en la Iglesia de San Jorge como parte de su agenda de viaje por Turquía.