En un mundo tan competitivo como el actual, el empleo o las metas personales también hacen mella en una relación de pareja, especialmente cuando uno de los integrantes alcanzó el éxito mientras el otro se siente fracasado. Debieras olvidar las comparaciones, alegrarte por la felicidad de tu pareja y seguir con tu vida; sin embargo, no siempre sucede así, y es entonces cuando te damos cuenta de no sabes qué hacer cuando tu pareja tiene éxito pero tú no.
Amor competitivo
Cuando conocemos a nuestra pareja, normalmente ambos integrantes se sienten en el proceso de llegar a cierta meta en lo que atañe a objetivos laborales, o quizás uno de los dos ya haya alcanzado ese preciado sueño y posee una empresa rentable, un puesto de alto directivo o, simplemente, puede dedicarse 100% a lo que le apasiona y vivir de ello.
Tu pareja se ha esforzado mucho para tener éxito y, aunque no esté todos los días presumiendo de ello, a ti te afecta. ¿Por qué? Seguramente porque tú aún te sientes en mitad de algo, en plena aceptación de que tu especialidad no tiene salida o que estás escarmentada de muchos fracasos.
Quizás no sea envidia lo que te suceda, pero tu subconsciente sí te dice que eres inferior a tu pareja. Esto te hiere, pues además de tales sentimientos, debes fingir felicidad y evitas comentárselo a él. La envidia en la pareja posiblemente no sea sinónimo de amor, pero sí existen las comparaciones, y si tu situación laboral no es buena obviamente la compararás con tu referencia más próxima: tu pareja.
También puede suceder algo incluso peor: trabajar con tu ex novio.
Qué hacer para no quedarte en el camino
En primer lugar debes cambiar la actitud. Sí, fácil de decir, pero si tu ideal de pareja es estar siempre llorando a escondidas o reprimiendo ciertos pensamientos acabarás por estallar emocionalmente y no conseguirás nada bueno. Cambia tu actitud cada mañana, recuerda que cuanto más intentas quitarte algo de la cabeza menos lo conseguirás, de modo que tendrás que lanzarse a la práctica de nuevas actividades que te distraigan: desde el yoga hasta trotar por las mañanas o, si lo prefieres, actividades que requieran de tu destreza como nuevas recetas de cocina o un blog en Internet, pequeñas cosas que cambian algo más la percepción de tus capacidades.
En segundo lugar debes tener en cuenta varios factores: si tu pareja es mayor que tú, es comprensible que haya alcanzado el éxito antes que tú, lo cual te permite un margen para poder continuar con tus objetivos. También es bueno saber que no todos los sectores ofrecen las mismas posibilidades, que un desarrollador de apps en Internet no es lo mismo que una agente de viajes tradicional o una escritora freelance, empleos sometidos a mayor incertidumbre.
Lo mejor será desarrollar una estrategia paralela a tu primer plan establecido. Utiliza otras vías para llegar a ese puesto de trabajo que quieres, estudia algo nuevo o reflexiona acerca de nuevas especialidades. Una vez que tengas claro el objetivo y aún habiendo fracasado, debes seguir intentándolo, pues Roma no se construyó en un día y posiblemente ese sentimiento de inferioridad esté jugando en tu contra.
Damos por hecho que este tema debe hablarse con tu pareja, pero sería conveniente hacerlo cuando hayas definido parte de los aspectos anteriores, pues hablarlo un día en el que crees enloquecer y no ves la salida no sólo puede sentarle mal, sino que no tendrás demasiados argumentos consistentes para contarle y te sentirás más desarmada tras la conversación.
Saber qué hacer cuando nuestra pareja tiene éxito es un problema cada vez más presente en una sociedad competitiva, dinámica y muy comparativa (esta última, la perfecta y oculta definición del ego). Sin embargo, una vez atrapados en ese mundo, las soluciones son sencillas, si bien todas ellas dependen de ti, de tu paciencia, tu madurez y ese pensamiento positivo que, lejos de resultar tópico, te vendrá mejor que nunca.