Sabemos que no existe un manual de instrucciones para ser padres y, por lo tanto, debemos hacer lo mejor que podamos para criar a nuestros hijos. Sin embargo, parece que hay padres que creen que existe un único método válido de crianza y que es precisamente el que ellos imparten, es como si todos los demás padres estuvieran errados.
Siempre he pensado que lo último que un padre debe hacer es criticar cómo educan otros padres a sus hijos, y mucho menos compararse. Lo más productivo es entender por qué educan de ese modo y no de otro.
Soy consciente que la forma de educar a mi hijo no es lo que nuestra sociedad impone puesto que me baso en una educación desde el respeto, la tolerancia y la comprensión. Sin embargo, la educación y disciplina que recibe mi hijo no está exenta de consecuencias ante malos comportamientos, pero no desde el castigo o el autoritarismo, sino desde la comprensión y el respeto.
Podría escribir varias páginas sobre la educación que inculco a mi hijo, pero hoy quiero comentarte algunas cosas que hago y que sorprenden a los demás papás.
No le obligo a comer lo que no quiere
Creo que los niños tienen, al igual que los adultos, gustos o preferencias por ciertos alimentos, de modo que no obligo a mi hijo a comer algo que le produce arcadas, me parece absurdo. Sin embargo, que no obligue a mi hijo a comer lo que no quiere, no significa que de por perdido el intento. Al día siguiente vuelvo a probar darle el mismo alimento sin enfados ni malos modos, y de este modo querida amiga, es como mejor está aprendiendo a comer de todo.
No le obligo a dar besos a los demás
Yo creo que si un niño no da un beso o un abrazo a alguien simplemente es porque en ese momento no le sale hacerlo y no tiene por qué ser obligado. Si yo no siento saludar con un beso a una persona,¿se lo tengo que dar obligada? ¡Jamás! Y eso no significa que mi sociabilidad esté afectada. De igual modo, si a un niño no le nace saludar con un beso no debería ser obligado.
Como licenciada en psicopedagogía he leído diferentes estudios que indican que a los niños que se les obliga a dar besos sin que ellos quieran hacerlo, es una forma de inculcarles que deberán hacer lo que no quieren, a negar sus deseos, impulsos y sentimientos naturales. Parece extremo, pero el obligar a un niño a hacer algo que no quiere es más serio de lo que la mayoría de los padres piensan.
Otras cosas que también sorprenden
Existen otros aspectos de la forma en que educo a mi hijo que también sorprenden a otros padres y que quiero compartir contigo:
No siempre le grito cuando hace algo mal, sólo lo hago cuando debo impedir que se haga daño. Es un niño, debe ser guiado, no asustado.
Nunca me ha dado vergüenza dar el pecho a mi hijo, y cuando tenga un hermanito lo seguiré haciendo, pienso que es lo más natural y bonito que hay.
Me gusta no hacer nada de vez en cuando con mi hijo, ¡el aburrimiento trae a la creatividad!
Cuando tiene una rabieta le doy todo el cariño del mundo, y después de consolarlo intentamos reflexionar juntos, en lugar de castigar sin preocuparme de lo qué le ocurre.
No llevo a mi hijo a la guardería.
¿Qué te parecen estas cosas que tengo en cuenta para la educación de mi hijo? ¿Las compartes conmigo o piensas distinto? Seguramente tendrás una forma diferente de educar a tus hijos, ¡o quizá compartas conmigo mi estilo educativo! Pero lo que importa es que sigas a tu instinto y si alguna vez sientes que te pierdes, no dudes en leer nuestros consejos o acudir a un profesional que te asesore.