Componentes que llevan diversos productos plásticos de uso cotidiano, que a simple vista pueden parecer inofensivos, no lo son tanto. De éstos materiales se desprende sustancias verdaderamente nocivas para la salud que es recomendable conocer. Si quieres una vida sexual plena, deberías plantearte el uso de los mismos.
Plásticos y falta de deseo sexual
Los ftalatos se encuentran en la comida rápida, las cortinas de baño, los pisos de PVC y otros elementos que utilizamos cada día; lo que ocurre es que éste componente no está adherido a los objetos que lo contienen y se desprende de él de forma continua, alcanzando a otros productos e inclusive a los alimentos.
Los ftalatos afectan los niveles hormonales de los hombres, influyendo en la testosterona.
Uno de los mayores inconvenientes se presenta en las mujeres que desean ser madres, ya que la falta de deseo sexual influye directamente en que no puedan conseguirlo.
La sospecha de que los ftalatos estén influyendo en la vida sexual de las mujeres hizo que se realizara un estudio en embarazadas de entre 20 y 30 años de edad para conocer el nivel de éste componente.
Tomaron una muestra de orina para examinar y luego les preguntaron acerca de su deseo sexual.
Aunque todavía se sigue estudiando a respecto, los primeros resultados indicaron que un 2,5 de las mujeres que tenían los niveles más altos de ftalatos se veían afectadas por la disminución de su libido.
Recomendaciones a seguir
Según la Dra. Emily Barrett, de la Universidad de Rochester, Facultad de Medicina, en Nueva York, lo mejor para cualquier mujer que esté intentando quedar embarazada es no consumir ningún alimento procesado.
Los ftalatos interfieren con la testosterona y según parece también con el nivel de estrógenos.
Por este motivo, es mejor consumir productos ecológicos para evitar los pesticidas, así como también los que tengan embalaje plástico en los que se encuentran los ftalatos.
Si una mujer tiene baja libido sin que exista ningún motivo aparente ni relacionado con la salud, el hecho de que consuma comidas procesadas y que dentro del ambiente en el que se mueve de forma diaria exista gran cantidad de productos plásticos podría ser la causa de su falta de deseo sexual.