La privilegiada existencia en Suiza de algunas de las mayores organizaciones deportivas del mundo y sus máximos ejecutivos, como Joseph Blatter, presidente del ente rector mundial del fútbol, la FIFA, podría estar llegando a su fin.
En respuesta a años de acusaciones de corrupción, los legisladores están a punto de aprobar una serie de leyes conocidas como «Lex FIFA», que endurecerán la supervisión de los cerca de 60 organismos deportivos con sede en Suiza.
La primera de las nuevas leyes, que podría ser aprobada por el Parlamento el próximo viernes, trataría a Blatter y a otros altos ejecutivos como el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, como «personas políticamente expuestas», un término legal usado para definir a quienes ocupan cargos que podrían ser utilizados para lavar dinero.
Esto obligará necesariamente a aumentar el escrutinio financiero a los funcionarios deportivos, porque los bancos suizos están legalmente obligados a garantizar que los fondos no provienen de un origen sospechoso antes de aceptarlos.
Sin embargo, la opinión pública suiza es cada vez más dura con la FIFA y su compatriota Blatter. El 95 por ciento de los que participaron en una reciente encuesta online del diario 20 Minuten dijo que debería aceptar la responsabilidad de los recientes escándalos y dimitir.
ZÚRICH (Reuters)