Aún en pleno siglo XXI, ciertos asuntos respecto a la química en pareja continúan siendo un misterio.Por alguna razón, siempre terminamos con el mismo tipo de chico, ya sea agresivo, demasiado dócil o de ojos verdes. Un incógnita que vamos a intentar resolver en este artículo que cuestiona el por qué siempre elegimos el mismo tipo de chico.
¿Malas costumbres al buscar el amor?
Una vez escuché que una chica había tenido seis parejas diferentes… y todas habían estado en la cárcel alguna vez. Y si me pongo a pensar en casos menos extremos, siempre conocemos a ese alguien (a veces, incluso, nosotros mismos) que acumula una colección de trágicas relaciones truncadas por la misma razón o por el mismo tipo de hombre. Todos eran infieles, todos tenían fobia al compromiso o tenían hijos de otra relación. Y, aún así, el próximo que conozcamos seguramente reunirá una característica que tenían todos los anteriores. O quizás ya no.
Es entonces cuando llega ese momento en el que nos creemos malditos, víctimas de algún ritual secreto que nos lleva a terminar (y fracasar) siempre con el mismo tipo de chico. Y nosotros nos preguntamos, ¿por qué? Solemos pensar que la culpa es del otro, que todos los hombres tienen una doble cara que sale antes o después pero, ¿y si el problema comienza en nosotros?
¿Cómo cambiar esta mala costumbre?
Si acabas de terminar tu vigésima relación y el motivo era, nuevamente, sus celos, posiblemente haya llegado el momento de sentarte y, con papel y bolígrafo, anotar la lista de todos tus ex y descubrir qué tenían en común, qué te gustaba de ellos y, posiblemente, encuentres la respuesta. Una vez la sepas deberás remontarte al pasado, pues toda conducta tiene su origen.
Si siempre fuiste la chica a la que los chicos no prestaban atención en el instituto, posiblemente te sientas atraída por chicos que son difíciles, inmaduros, que no te tratan como te mereces. O si tu primer amor fue extranjero y a distancia, posiblemente siempre repitas el patrón de la relación Skype que termina por culpa de ¿adivinas? esa distancia que siempre buscas. Estos son sólo algunos ejemplos de otros muchos.
¿Solución? Cambiar el patrón de hombre. Posiblemente te resulte poco estimulante, pero es tu subconsciente, acostumbrado a ciertos tipos de hombres, que no te lo permite y el que, muchas veces, es el más duro crítico, haciéndote fracasar en cualquier tipo de relación. Céntrate en ese chico accesible y que te presta atención, en el que no parece tan chulesco e independiente, el que muestra madurez y seriedad.
¿Seremos nosotros mismos?
El problema no es sólo suyo, es tuyo, pues posiblemente siempre elijas al mismo tipo de chico en base a una mala costumbre, a una distorsión del inconsciente o, en el peor de los casos, debido q que realmente el problema es tuyo, tus celos, tus envidias, tus agobios; defectos cuyo origen debemos empezar a descubrir y que, no olvides, siempre existe en las decisiones que tomas, tanto en el sentido amoroso como en muchos otros.
El por qué siempre terminamos con el mismo tipo de hombre es una cuestión que no obedece al otro en sí mismo, sino a nuestra conducta, nuestro inconsciente, nuestro pasado, de modo que es hora de ponerse a trabajar, abandonar las viejas costumbres, cambiar nuestro patrón de hombre y tantear, de modo que, ¿a qué esperas? Es hora de ser feliz.