Investigadores del Senado entregaron un duro informe sobre las prácticas de interrogación de la CIA después de los ataques 11 de septiembre de 2001, en el que acusa a la agencia de espionaje de infligir dolor y sufrimiento en los presos sobre quienes se utilizaron tácticas que iban mucho más allá de los límites establecidos por la ley.
El informe sobre la tortura publicado el martes por el Comité de Inteligencia del Senado dice que la CIA engañó a Estados Unidos cuando insistió que gracias a sus tácticas duras de interrogación les permitieron salvar vidas. Dice que esas afirmaciones resultan infundadas de acuerdo con los propios archivos de la CIA.
El informe de 500 páginas representa un resumen ejecutivo y las conclusiones de una investigación de 6.700 páginas que todavía es secreto. El comité senatorial divulgó una gran cantidad de documentos indicando que el tratamiento de prisioneros hace una década era peor de lo que se le dijo al Congreso o al público en general.
No llega a calificar las prácticas como tortura, pero la senadora Dianne Feinstein, la titular del panel, escribe que «bajo cualquier definición, lo que hizo la CIA con los detenidos debe llamarse tortura».
Aparte de la táctica de ahogamiento simulado, la CIA privó de sueño a los detenidos, los embistió contra paredes, los mantuvo encerrados en cajas, los aisló por largos períodos y los amenazó de muerte.
WASHINGTON (AP)