Reynolds, originaria de Costa Rica y de 34 años, reside en Nueva York. Optó por una rinoplastia y ahora se siente preparada para enfrentar a los medios sociales.
Reynolds es parte del creciente número de personas que se han volcado a los cirujanos plásticos para mejorar su imagen. Otros contratan a maquilladores especializados en lo que podría ser una emergente economía «selfie».
Las «selfies», fotografías que se toma uno mismo, aumentaron en popularidad junto con los teléfonos inteligentes y los sitios como Facebook, MySpace e Instagram. Ahora, desde estrellas de Hollywood hasta primeros ministros se toman «selfies».
Para personas comunes, recurrir al escalpelo para crear una «selfie» más bonita no parece tan extremo. Los cirujanos plásticos en Estados Unidos han visto un aumento en la demanda de procedimientos, desde reparar párpados caídos a rinoplastia, de pacientes que buscan mejorar su imagen en «selfies» y en las redes sociales.
Una encuesta de la Academia Estadounidense de Cirugía Plástica Facial y Reconstructiva (AAFPRS, por su sigla en inglés) a 2.700 de sus miembros mostró que uno en tres había visto un aumento en los procedimientos debido a pacientes más atentos a su imagen en los medios sociales.
Señalaron un salto de un 10 por ciento en las rinoplastias -cirugías de nariz- en el 2013 contra el 2012, un alza de un 7 por ciento en trasplantes de cabello y un aumento de un 6 por ciento en procedimientos de reparación de párpados.
Dan Ackerman, editor de una agencia de imagen que prueba y reseña productos, dijo que internet está lleno de consejos sobre «selfies».
«Hay aplicaciones que aplican filtros al rostro para quitar las arrugas (…) o poner maquillaje artificial (…) Hay una subeconomía de herramientas y consejos construida alrededor de esto», comentó.
NUEVA YORK (Reuters)