Los habitantes de una aldea china firmaron una petición para expulsar a un niño seropositivo de ocho años de edad, Kunkun, un drama que provocó una viva emoción este jueves en las redes sociales de China.
Kunkun, nacido en 2006, contrajo el virus en el vientre de su madre, quien después desapareció. El niño fue diagnosticado seropositivo en 2011. Entonces desapareció su padre, dejándolo al cuidado de uno de sus abuelos.
Pero este último figura entre los 200 signatarios de la población de Shufangya, en la provincia de Sichuan (suroeste), que piden su expulsión para «proteger la salud» de sus habitantes, informa el diario oficialista Global Times.
Desde que fue diagnosticado a Kunkun se le prohibió asistir a la escuela y los aldeanos huyen de él como de un apestado, de la misma manera que los seropositivos suelen ser estigmatizados en China.
«Nadie juega conmigo, tengo que jugar solo», declaró el niño citado por people.com.cn, el sitio web del oficialista Diario del Pueblo, según el cual en la petición de los aldeanos es calificado como una «bomba de tiempo».
«Él es inocente, no es más que un niño», afirma por su parte el jefe del Partido Comunista de la aldea, Wang Yishu. «Pero su VIH y el sida nos asustan», se justifica en declaraciones al sitio.
El caso de Kunkun fue el más controvertido este jueves en Weibo, el equivalente chino de Twitter. Muchos de los participantes se mostraron aterrados por la falta de compasión de sus compatriotas.
En una población total de 1.360 millones de habitantes, China tiene 497.000 personas diagnosticadas con el virus del sida, según las cifras publicadas a principios de este mes por la comisión para la Planificación Familiar y la Salud Nacional, que tiene jerarquía de ministerio. El primer caso fue diagnosticado en 1985.
Pekín, China | AFP