Lo viven cotidianamente dueños de perros que pasean regularmente a su mascota, se repite en miles de blogs, lo refrendan sesudos estudios científicos y lo aconseja el veterinario de confianza: salir a pasear con el perro otorga calidad de vida tanto al can, como a quien sale con él.
Al animal, porque su energía es tal sobre todo si se trata de una raza activa, comenta la doctora Liliana Merchán- que requiere caminar, correr o jugar fuera de la casa al menos dos veces al día; al amo o amigo, porque ya no caben dudas de los beneficios de caminar diariamente durante al menos 30 minutos. Además salir con la mascota podría restarle fastidio a esta rutina cardiovascular y darnos bienestar emocional, que no hay mayor satisfacción que ver la mirada de alegría de nuestro perro cuando le decimos «vamos».
Ese bienestar que experimentamos día a día con la mascota es refrendado, entre otros muchos estudios, por el que Cindy Lentino, especialista de ejercicio, hizo para la Escuela de Salud Pública de la Universidad George Washington: «la evidencia muestra que quienes no tienen perros triplican los riesgos de diabetes comparados con los que salen a caminar con sus mascotas, tienen menores índices de masa corporal (IMC), y menos condiciones crónicas y síntomas de depresión que los demás. También permanecían menos tiempo sentados, no fumaban tanto y tenían más apoyo social». Tan contundentes fueron que la experta sugiere al personal médico de todo el mundo incluir como prescripción «pasear al perro cuando hablan de actividades que promueven un estilo de vida activo».
-Hay algo definitivamente especial acerca de los perros, concluye Lentino. «Son animales inherentemente activos. Los perros dan a sus amos un cierto sentido de que tienen que salir a caminar y los humanos necesitan hacer ejercicio, así que esta me parece la clave».
Del fastidio a la recreación
Otros beneficios, no tan obvios, son desvelados otros estudios que bendicen esta caminata cotidiana, respaldados por la acreditada ONG estadounidense Arthritis Fundation (Fundación Artritis, www.arthritis.org):
Ejercita la parte superior del cuerpo al llevar la correa del perro y la parte inferior al andar, y lo mejor es la interacción social. Dr. Bashir Zikria, profesor adjunto del Departamento de Ortopedia del Instituto Médico Johns Hopkins en Baltimore.
Disminuye la deserción de las rutinas físicas: «Lo más difícil de hacer ejercicio a menudo es asignarle un horario fijo. Fácilmente puede decidir no hacerlo hoy, pero cuando tiene perro, sabe que debe salir a caminar con él. Determina una hora especial. No puede poner pretextos porque no le puede fallar al animal. Es una obligación», agrega Zikria.
Facilita la recreación. Salir a pasear con nuestro perro nos hace más activo sin que nos demos cuenta, pero además cuando lo llevamos a un parque o lugar donde pueda correr sin peligros, podemos convertirnos en sus cómplices de juego… sí, nuestra mascota nos hará saltar, correr, tirar la pelota, tomarla, etc. La idea es divertirse juntos. «Las caminatas y los juegos interactivos son ideales para mantener sus músculos fuertes y activos. Esto, sin duda, puede ser aprovechado para que nosotros, junto a ellos, podamos mantenernos en forma y con buena salud». Estudio Pasee un perro, pierda peso y manténgase en forma.
Todo ello está comprobado científicamente. Un estudio, titulado «Pasee un perro, pierda peso y manténgase en forma», fue elaborado por el Centro de Investigación de la Relación Animales y Humanos de la Universidad de Missouri, y concluye que el perro es el compañero ideal para el hombre que desee hacer ejercicio.
Este estudio, además de reafirmar lo expresado líneas arriba, establece que una medición realizada en ancianos y perros dice que estos mejoraban sus habilidades motoras y su estado de ánimo al compenetrarse con los perros que les fueron asignados para la prueba.
Pero obviamente no solo caminar y correr serán las actividades que realizaremos con nuestro engreído. Hay miles de maneras de mantenernos activos con ellos. Por ejemplo, mediante el típico juego de arrojarle una pelota para que nuestro perro vaya a traerla. Que jaloneen algo que nosotros tiraremos del otro extremo, jugar a quitarle algo que tiene asido por la boca (un hueso de goma, una pelota, un juguete), que a la mayoría de ellos les encanta.
A tomar en cuenta
Para llevarlo a pasear, debes comprar una pechera o correa que se ajuste a su talla, pero sin apretarlo.
Lo ideal son la correas rectráctiles, que puedes comprar en cualquier tienda de mascotas. Pues te permitirá llevarlo corto cuando convenga, y darle cierta libertad para que se desenvuelva, huela, marque territorio, etc.
Acostúmbralo a que vaya a tu mismo paso, pero si sale corriendo no corras detrás de él, puesto que creerá que es un juego y estará feliz de correr más rápido… Llámalo enérgicamente y prémialo cuando regrese, jamás lo castigues.
En todos los casos, aunque se trate de un perro obediente, mantenlo atado cuando vayas por la calle, pues un gato podría echarlo a correr y la ciudad puede ser peligrosa.
Nunca te olvides de llevar contigo una bolsa plástica, para recoger sus desechos cuando haga pupú. Sólo tienes que tomarla como un guante y listo. Esto es una obligación comunitaria y ambiental.
Lleva siempre agua para ti y tu mascota, sobre todo si van al parque. Ellos tienen mucha resistencia, pero necesitan hidratarse continuamente.